La posibilidad de que los migrantes sean escuchados, de que sus propuestas se conviertan en una realidad y de que cuenten con un representante en el Congreso del estado o en los ayuntamientos a partir de este 2024, se esfumó.
En Congresos de los estados de Oaxaca y Guerrero, respectivamente, aprobaron que se cuente con un diputado migrante y en las elecciones de este 2024, la población podrá, por primera vez, votar para elegir a quien ocupe el cargo.
En Oaxaca, por ejemplo, la nueva legislación establece que el Congreso local estará integrado por 25 diputados según el principio de mayoría relativa y 17 por el principio de representación proporcional, de los cuales uno tendrá el carácter de migrante o binacional.
En Oaxaca, se estableció que la ciudadanía residente en el extranjero ya cuente con derecho a votar y ser votada como diputados migrantes; mientras que en Puebla falta camino por recorrer y ya no se podrá concretar para las elecciones de 2024.
La figura del diputado migrante, es decir, de un legislador en el poder legislativo local que pueda representar a quienes se fueron y viven en el extranjero, en su mayoría en Estados Unidos, no aparecerá en las boletas de las elecciones del 2 de junio de Puebla.
En el poder legislativo local, al menos, están estancadas tres propuestas encaminadas a la creación de la figura del diputado migrante. Uno de los proyectos en la actual legislatura fue presentado el 20 de diciembre del 2021 por María Isabel Merlo Talavera, entonces diputada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y actual titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Un segundo proyecto para la creación de la figura del diputado migrante fue presentado el 26 de mayo del 2022 por parte de Laura Ivonne Zapata Martínez, legisladora que, también, milita en el PRI. La tercera propuesta fue presentara el 15 de junio de 2023 por el diputado Edgar Garmendia de los Santos.
Al final, a pesar de que los migrantes están fijando cada año desde 2016, montos históricos en el envío de remesas, recursos que son clave para que sus familias en zonas expulsoras cuenten con mejores condiciones de vida y hasta para que se desarrollen diferentes obras en beneficio de la sociedad, no existe la posibilidad de un puesto de elección popular que los represente en el poder legislativo ni en los cabildos.