Al principio, los transmigrantes que pasan por la ruta Puebla-Tlaxcala no tienen en mente quedarse en algún punto de su trayecto; sin embargo, parte de ellos, al descansar en un albergue o en un hotel, analizan la posibilidad de permanecer por algún tiempo.
Los migrantes que llegan por carretera deciden descansar algunas horas o días, en algún punto cerca de la Central de Autobuses de Puebla (CAPU) con el objetivo de continuar su camino hacia la frontera norte y luego cruzar a Estados Unidos.
De acuerdo con Olga Odgers, investigadora del Colegio de la Frontera Norte en Tijuana, en el fenómeno migratorio aparece un dispositivo de control que utiliza la disuasión y el hartazgo para inmovilizar a la población migrante, y es totalmente provocado por las condiciones estructurales de los países, que no tienen una buena gestión de la crisis humanitaria.
El hecho de que los migrantes se queden atrapados, sin poder continuar su viaje, tiene implicaciones devastadoras en el bienestar y en la salud emocional de las personas, situación que requiere ser denunciada, añadió la investigadora en mesa virtual organizada por el Sistema Universitario Jesuita.
Odgers resalta que, para quienes han logrado llegar a un albergue o a un punto de recepción de migrantes, la situación se complejiza por el atrapamiento. Ese es el momento en el que las personas intentan regularizar su estatus migratorio, y solo reciben largos lapsos sin respuesta que les condenan a no poder avanzar al lugar a donde pretenden llegar, ni pueden retornar a sus países.
Parte de esos migrantes que buscaban permanecer solo por algunas horas o días, en realidad, se quedaron estacionados por diferentes motivos como la falta de recursos para continuar el viaje, alguna enfermedad y hasta porque se les abrió alguna oportunidad de trabajo.
Tras varios días de viaje, la zona metropolitana de Puebla y Tlaxcala es un punto de descanso y de reorganización del viaje. Al mismo tiempo, puede representar la posibilidad de encontrar un trabajo, ganar un poco de dinero y generar ahorros para continuar con el trayecto.
Ante el panorama de migrantes estacionados, es urgente que las autoridades de los tres niveles de gobierno analicen la situación y pongan en marcha medidas que garanticen la salud y una vida sin violencia en su paso por México.
