A pesar de que los migrantes están al pendiente de lo que sucede en sus comunidades de origen y, en general, en todo país, de que les preocupan las decisiones que tomen las autoridades y de los envíos de remesas que apoyan la recuperación económica, en la realidad, están excluidos de la vida política y no pueden ejercer su derecho a votar.
Entre enero y septiembre de este año, Puebla recibió más de dos mil 3.7 millones de dólares, unos 40 mil 74 millones de pesos a un tipo de cambio de 20 pesos por dólar, por concepto de remesas, un monto nunca registrado para un periodo similar en el estado.
El volumen de remesas que enviaron los migrantes poblanos este año es una muestra de que están preocupados por lo que sucede con sus familias; sin embargo, falta un largo camino por recorrer para que sus puntos de vista sean tomados en cuentas, para que puedan ejercer el derecho a votar.
La publicación “Lenguaje del voto migrante. Compendio de términos y conceptos”, escrita por los investigadores en ciencias políticas, José Luis Estrada Rodríguez, académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y Alejandro Guerrero Monroy, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi), levanta la voz ante las violaciones a los derechos migrantes.
Para los especialistas, la vinculación política de quienes radican fuera de sus países de origen resulta fundamental porque, sin ellas ni ellos, la democracia se encuentra incompleta.
En medio de las diferencias en Estados Unidos entre republicanos y demócratas, así como en un marco de una lucha a favor y en contra de una reforma electoral en México, los migrantes no pueden ejercer su derecho al voto.
El voto es el reconocimiento de un derecho político fundamental que otorga el Estado a cada uno de sus ciudadanos no solo en México, sino en la mayoría de los países de América Latina. El problema es que no se respeta dicha garantía para quienes están en busca de mejores condiciones para vivir.
En conclusión, como lo establecen Estrada Rodríguez y Guerrero Monroy, los migrantes mandan remesas para el sostenimiento de sus familias por lo que es un hecho que no se encuentran desvinculados de su país. Ahora, uno de los principales retos por resolver radica en la necesidad de que los migrantes sean integrados de manera plena, en la dinámica nacional y su voz y voto sean escuchados y tomados en cuenta.
Jaime Zambrano