Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos a partir del 20 de enero de 2025, la comunidad migrante espera una tormenta que podría ser la peor en la historia, tanto por las acciones para evitar el cruce ilegal por la frontera como por acciones de deportación.
Al mismo tiempo, estados del país vecino del norte que son gobernados por militantes del Partido Demócrata ya se comienzan a preparar ante los embates de su próximo mandatario.
A un mes de las elecciones celebradas el martes 5 de noviembre de 2024 en las que Trump resultó con la victoria, estados como California continúan con los trabajos de preparación para defenderse y evitar aplicar las medidas que plantea Trump.
El demócrata Gavin Newsom, gobernador de California, ya advirtió sobre posibles “extralimitaciones” por parte de la presidencia de Estados Unidos contra el estado más grande del país norteamericano.
Al mismo tiempo, el Congreso de California ya prepara una bolsa de recursos por 25 millones de dólares para apoyar futuros litigios legales contra el nuevo gobierno republicano federal.
Los recursos se destinarían para que el Departamento de Justicia de California y otras instancias puedan presentar demandas y otros recursos legales en busca que defender a la entidad de las decisiones presidenciales.
Por cierto, en medio de las preocupaciones por las decisiones que tome Donald Trump una vez que tome posesión, el gobernador de California, emitió el jueves 5 de diciembre el estado de emergencia para dar refuerzo a las zonas afectadas por el terremoto de magnitud 7,0 que agitó el norte del estado, sin causar víctimas ni daños materiales.
Para la comunidad migrante en la que se encuentran miles de poblanos, la decisión de Newsom es positiva porque se está ordenando a las agencias y departamentos estatales que utilicen y empleen personal, equipo e instalaciones estatales para el desempeño de las actividades que sean necesarias.
En medio de las adversidades, agrupaciones como Pies Secos esperan que los gobiernos de los estados se conviertan en factores clave para evitar que las decisiones de Donald Trump en su segundo mandato se conviertan en la peor tormenta.
