Puebla es un estado expulsor y, al mismo tiempo, receptor de migrantes, personas que dejan su lugar de origen con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida. El fenómeno mantuvo una constante dinámica en este siglo y el estado aparece con un déficit, es decir, son más los poblanos que se van en comparación con los que vienen de otras latitudes.
Al territorio poblano, arriban los originarios de otras partes para reencontrarse con su familia, para trabajar, para estudiar y buscando un lugar más seguro. Al mismo tiempo, jóvenes, mujeres y adultos poblanos dejan su población natal para buscar mejores condiciones de vida.
El Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) muestra un panorama de la migración en las últimas dos décadas, en las cuales, el déficit se mantiene constante, salen más poblanos en comparación con las personas que llegaron a vivir.
Las estadísticas revelan que, en el año 2020, Puebla registró un total de 660 mil 918 inmigrantes, es decir, personas que llegaron al estado en busca de un mejor panorama; y un millón 80 mil 205 emigrantes, en otras palabras, poblanos que dejaron el territorio por diferentes circunstancias.
El saldo de inmigrantes y emigrantes en Puebla es negativo: 419 mil 287 personas es la diferencia entre quienes llegaron a vivir a Puebla y quienes se fueron. Este saldo se mantiene constante en el presente milenio.
En el año 2000, Puebla arribaron más de 436 mil personas; y más de 884 mil 670 dejaron el estado, lo que, se traduce en un saldo de casi medio millón. Hace una década, en el año 2010, en el territorio poblano se registraron 531 mil 496 inmigrantes y 999 mil 476 emigrantes, para una diferencia, también cercana al medio millón.
De la población total que reside en territorio poblano, 4.8 por ciento llegó de otras entidades del país e incluso del extranjero. Trabajo, familia, estudios e inseguridad, se encuentran entre las principales causas que orillaron a los migrantes a llegar a Puebla. Del total de migrantes en el estado, 49.9 por ciento llegó por motivos familiares; 23.7 por ciento, a causa de su puesto de trabajo; 10.7 por ciento, para estudiar; y 4.3 por ciento lo hizo a causa de problemas de inseguridad en el lugar donde residía.
Al final, los datos de la migración llevan a una interrogante: ¿Qué se hizo o qué se dejó de hacer para que un poblano abandone su lugar de origen y constituya su hogar en otra latitud?