Ante el asesinato de Victoria, una mujer originaria de El Salvador, que trabajaba como taxista y fue sometida por un policía en Tulum, Quintana Roo, la exigencia de justicia y la aplicación de la ley contra los responsables es unánime.
En esta ocasión, un video que se viralizó rápidamente en redes sociales el pasado 27 de febrero de este año, permitió tener una prueba de la violencia y el maltrato de que son objeto los migrantes por parte de las autoridades.
Las imágenes muestran la forma en que un policía somete a la mujer por la espalda. En ese movimiento brusco, Victoria dejó se respirar y murió por asfixia. La violación de los derechos humanos fue evidente y, de forma lamentable, nadie pudo detener ese suceso.
Ahora se dice que los policías municipales que viajaban en la patrulla 9273, detectaron que Victoria caminaba sobre la avenida La Selva y, al parecer se encontraba presuntamente en estado de ebriedad. A parecer cuatro elementos, tres hombres y una mujer tiraron a Victoria al suelo y sin escuchar sus gritos y sus súplicas, perdió la vida.
El caso es una muestra de la forma en que las redes que deberían estar para apoyar a la población, violan una y otra vez, los derechos de los seres humanos. Las propias autoridades policíacas que deberían estar combatiendo la delincuencia agreden a los migrantes.
La situación es delicada y no es el único caso. Una y otra vez, los derechos de los migrantes son violados por las autoridades policiacas que tratan a los seres humanos como objetos sin valor, en lo que se conoce como nuda vida, concepto que propuso el filósofo italiano, Giorgio Agamben, en la segunda mitad del siglo XX.
La pregunta de Agamben sigue vigente: ¿Cómo hemos llegado a la situación en que nos encontramos? Lamentablemente, las vidas de las personas están absolutamente expuestas a qué se le dé muerte, objeto de una violencia que excede la esfera del derecho.
Ahora, el caso debe ser investigado hasta sus últimas consecuencias. Sin importar los resultados de las investigaciones, es fundamental que se respeten los derechos humanos de las mujeres, los hombres y los menores migrantes que solo piden una oportunidad para mejorar su presente y continuar con la esperanza de un mejor porvenir.
Hoy, es urgente que se investigue y se castigue el caso de Victoria, así como todos los actos de violencia y las agresiones contra los migrantes que en la oscuridad y en la lejanía, son víctimas de agresiones sin ningún tipo de defensa. ¡Justicia para Victoria y los demás migrantes!
Jaime Zambrano