Los millones de insultos, descalificaciones y calumnias, inspiradas en la guerra sucia que propuso Jorge Castañeda contra Claudia Sheinbaum, no dieron resultado. La opositora no alcanzó la altura para acabar con la 4T.
El fenómeno que creyeron ver en ella sus patrocinadores no funcionó. El electorado reflexivo, el que analiza las características, apariencia, preparación y valores de los candidatos no lo impresionan las llamaradas de petate. Los asesores de flor silvestre creyeron que con su vocabulario y su inclinación pendenciera captarían simpatizantes, se equivocaron.
El electorado nacional, hombres y mujeres de buena crianza no simpatizan con lo corriente, menos cuando se trata de una señora vulgar que aspira ostentar la banda presidencial. La femineidad, las buenas costumbres, la decencia y la delicadeza son atributos que a flor silvestre no se le dan.
Desde antes de iniciar su campaña flor silvestre enseñó el cobre. Sin ton ni son le indilgó a Sheinbaum una serie de epítetos, entre otros, narcocandidata. El INE la amonestó, le advirtió que no empleara el término si no tiene pruebas. La opositora no hizo caso. Antier, aquí en Expo Guadalajara arreció sus insultos. Su agresivo discurso contra Sheinbaum y la 4T generó malestar entre algunos asistentes, varios empresarios comentaron que esa no es manera de hacer política. Votarán por Claudia.
La guerra sucia contra la 4T no dio resultados. La encuesta de encuestas plantea una alta probabilidad de que Sheinbaum gane el próximo domingo. La concentradora de encuestas Polls.mx indica que ella tiene una intención de voto de 53%, 22 puntos por encima de Gálvez, ella tiene 31%. Máynez tiene un 15%. Según El País, Claudia tiene un 85% de posibilidades de victoria.
La derrota de Flor también corresponde a Aguilar Camín, Enrique Krauze y Claudio X Jr. Ellos la propusieron con la esperanza fallida de que si acaso llegara a la presidencia recuperarían sus privilegio$ perdidos y sus apapachos.
Colofón
Anoche soñé que flor había ganado la elección. En la ceremonia de la imposición de la banda presidencial daba sus característicos brinquitos infantiles al tiempo que gritaba: se los dije cabrones. En otro momento la vi sentada en la silla del águila buscando el lugar más conveniente para pegar en ella su chicle. Afortunadamente solo fue un sueño, ¿o sería pesadilla?
Por lo pronto, acepta tu derrota flor, pa la próxima prepárate, cultívate y selecciona minuciosamente a tus compañeros.