A Ellen y a Lena en quienes veo los ojos y la vida de Ana Sofía
Querida Ana Sofía:
Desde el pasado 17 de agosto que supe por un medio de comunicación estatal de tu asesinato “en una Casa Hogar” no he podido dejar de pensarte, el tamaño de la tragedia es enorme y la indignación es proporcional a ello. No he debido conocerte para imaginarte en tu cara y cuerpo de niña de apenas 7 años. No, seguramente no eras como muchas otras niñas de 7 años, tu cuerpo, tus dientes, tus uñas, tu cabello seguramente eran distintos, propios de esos cuerpos que han padecido de alimentación y cuidados adecuados. Tus ojos y manos los imagino en franco reclamo de esos afectos que la vida te negó…tu cuerpo en su conjunto seguramente era la expresión de tus condiciones de múltiples abandonos y vulnerabilidades.
Pocos medios de comunicación dieron cobertura y seguimiento a los hechos que enmarcaron tu asesinato ¡sí, tu asesinato! Debiendo ser nota principal de cobertura, pocos medios se ocuparon de la tarea de dar cuenta del asesinato de una niña de 7 años en un espacio que se supone debe ser regulado por el estado, y donde se supone fue depositada por autoridades estatales y municipales para su supuesta protección. Nada de eso sucedió, parece que hay temas relevantes que las infancias vulneradas.
Ana Sofía, a tus 7 años me duele imaginar que hayas partido de este mundo solo conociendo dolor, desamparo y violencia… ¡eras tan solo una niña de 7 años. ¡Una niña con múltiples abandonos incluyendo el del estado y sus indiferentes gobiernos. Una niña que creció en un territorio azotado por la violencia, donde su asesinato pasa inadvertido en medio de la manipulación gubernamental para proteger a esos y esas funcionarias estatales y municipales omisas de tus cuidados y protección, al tiempo de invisibilizar las condiciones que rodearon tu abandono, pobreza, precariedad y marginación de los tuyos, y así minimizar los hechos que explican tu asesinato. Ana Sofía ¡Cuánto debiste padecer en 7 años de vida, mejor dicho, de sobrevivencia!
Por una nota periodística de Oscar Ortega de fecha 21 de agosto pude saber que “…la niña Sofía fue abandonada por su familia desde su nacimiento por estar enferma … la pequeña Sofía sufría de hidrocefalia …por lo que fue trasladada a la casa hogar en la ciudad de León para su mejor atención…”. Desde hace varios días ya nadie te nombra en medios de comunicación, la cobertura de tu asesinato apenas duro tres días, nunca en titulares principales. Esos silencios mediáticos no son fortuitos hablan de impunidad, indiferencia y protección a quienes fallaron en tu cuidado. No ha habido renuncias públicas “de funcionarios”, de esos y esas que no funcionan, derivadas de tu asesinato. Tampoco ha habido señalamientos de investigación, y casi creo que, “la casa hogar” sigue operando con la regularidad de considerar tu asesinato como un hecho aislado. La clausura del lugar debió ser acción inmediata y noticia, nada ha ocurrido con tu violenta partida, el estado de las cosas permanece y con ello en cualquier otro momento la repetición de lo que a ti y otros ha ocurrido.
Pequeña Ana Sofía, no puedo dejar de pensarte, ¿Quiénes cuidaban de ti al momento de los hechos? ¿Quiénes pudieron dejarte convivir en un espacio mixto con múltiples perfiles de mujeres y hombres con distintos padecimientos mentales y físicos? El espacio a donde fuiste “canalizada” por el sistema municipal DIF de Celaya se anuncia en una improvisada página como una “Casa de asistencia y asilo de León…dedicada al cuidado integral de niñas, niños, adolescentes, adultos con discapacidades diferentes ya sean físicas o mentales, así como a personas en riesgo y vulnerabilidad…”. Invito a las y los lectores identifiquen una improvisada página de internet donde este espacio anuncia sus servicios, e incluso afirma en esta presentación que hay vigilancia las 24 horas, los 365 días del año…contamos con personal calificado…Tu asesinato Ana Sofía contraviene lo ofrecido ¿Quién permitió en tu condición y en la de tu agresor la convivencia, quien debió regularla?
Me pregunto y pregunto públicamente a las autoridades municipales de Celaya y de León:
¿Visitaron el lugar de forma previa a la canalización? ¿Cuántas veces, documentaron en sus visitas los servicios ofrecidos, se entrevistaron con personal, verificaron condiciones de funcionamiento? ¿Quién o quiénes validaron que en este espacio hubiera un lugar con un modelo de atención funcional para tantos grupos poblaciones con perfiles tan complejos en tratamientos como en dinámica de convivencia? ¿Acaso no se deberían de iniciar investigaciones a todo el personal que participo de esa “canalización”? ¿Quiénes y cuantas veces realizaron visitas de seguimiento para asegurar tu bienestar e integridad Ana Sofia?
¿Quién firmó tu ingreso a ese lugar Ana Sofía? ¿Las autoridades del municipio de León se han parado en ese lugar para verificar condiciones de funcionamiento o reportar en su caso eventualidades? ¡Por qué nadie de “esas autoridades estatales y municipales” responsables de tu integridad les importo tu vida para asegurarte las mejores condiciones dada tu edad, tu condición de niña y tu diagnostico médico?
La forma en que te fue arrebatada la vida Ana Sofía, debería ser el punto de inflexión sin retorno para las autoridades en reconocer que en las condiciones actuales no se cuenta con un sistema de salvaguarda y protección para menores que son retirados de sus familias en contextos de violencia, abandono o bien que son acogidos por no contar con redes familiares. Infancias en Guanajuato que son retiradas de sus familias y entornos por ser condición de riesgo para estar manos de autoridades indolentes que no les modifican esa condición, y por el contrario, los desplazan y canalizan sin mayor responsabilidad, sin mayor conciencia de lo que representa la vida, historia y particularidades de cada uno son pretexto de la falta de espacios adecuados.
Infancias invisibilizadas por gobiernos humanistas adultocéntricos. Infancias vulneradas por gobiernos omisos. Infancias violentadas por instituciones asistencialistas a las que poco se les ha exigido en cumplimiento de funciones.
La presunta condición de tu agresor Ana Sofía le permitirá no ser juzgado, mi reclamo principal esta dirigido a quienes te pusieron en esa condición de riesgo, y con ello te negaron la posibilidad de conocer otros lados de la vida. Los que no conociste, porque desde tu nacimiento el abandono se hizo presente. Hoy el gobierno de Guanajuato, los gobiernos municipales de León y Celaya se suman a ese estado de orfandad que explica tu violenta muerte…Ellos también son culpables.