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Mismo perro, distinto collar
Érase una vez, uno de esos seres transformados, responsables, comprometidos y amorosos que, iniciaba su jornada dando un sorbo a su peculiar taza de café, una con el rótulo: "Tu día es lo que tú de -
Amor neoliberal: la utopía romántica
Un beso teniendo como testigo una luna brillante, una cena a la luz de las velas, tocar el timbre de la casa de la amada para entregarle un ramo de flores, mientras nos empapa una lluvia pertinaz, -
Sonrisoterapia: El salario emocional
Dicen los coaches "esos chamanes con corbatas- que sin importar el tipo de organización en la que ejercemos un trabajo profesional y sin distinción de la posición que ocupemos, recibimos dos salari -
Del “Ler” al “Volvido”
La cumbre One Planet de la Organización para la Cooperación y el Crecimiento Económicos (OCDE) celebrada en París fue el escenario de un nuevo desliz. Peña Nieto, lo ha "volvido" a hacer. Aún le re -
Empuja, mata, agrede ¡Sal de tu zona de confort!
El neoliberalismo se rige por la acumulación de capitales inmateriales, denominados capitales humanos o de conocimiento, es decir, un proceso constante de desmaterialización de la producción, autom -
La muerte del amor
Aunque la tradición socrática sugiere definir los conceptos antes de iniciar una discusión racional, frente a la noción de "amor", estamos jodidos y más complejo resulta, cuando el acto de amar se -
Entre lacayos y mayeutas
La formación pedagógica de los profesores es percibida como una burocrática tarea de capacitación para la que nunca hay presupuesto. Paradójicamente, los docentes, se enfrentan cotidianamente a una -
Sísifo, Proteo, Narciso: ¡Te va a cambiar la vida!
¿Quién iba a pensar que "entrenar" para la vida se convertiría en un negocio millonario? Los seres "transformados" me recuerdan dos figuras míticas. A Sísifo, cuando se "gradúan" de sus experiencia -
La depresión no se arregla con palabras
Hubo un momento "no sé cuándo- que mis ojos se quedaron abiertos y mis oídos se volvieron hermeneutas a lo que los demás decían y cómo lo decían. No me leas a mí, solo deja que las ideas se posen.