Política

Todos habían ganado

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Había ocurrido la jornada electoral en un día nublado y, vamos a decirlo, aburrido. Más o menos a las seis de la tarde, una gran cantidad de candidatos se declaraban ganadores. Aún no se contaban los votos y ya ganaban porque algunas encuestas así lo indicaban.

A Gilga le hizo falta un candidato que dijera: ¡ganamos todo! Y cuando decimos todo es to-do, 15 gubernaturas, 16 alcaldías, 500 diputados y cientos de municipios. Los candidatos insistían a las 4 de la tarde: ganamos. Los funcionarios electorales se jalaban los pelos: no hay resultados antes de los conteos del INE: por favor entiéndalo. Mario Delgado declaró un triunfo histórico en la Ciudad de México como en un cuento de niños y colorín colorado este cuento se ha terminado.

Hubo un momento en que Gil se confundió: vamos a Sonora, pero vamos a Baja California, pero vamos a Sinaloa. Al parecer hay más triunfos que rosas en el mar. Todos ganaban, incluso los que perdieron. Cuando la tarde caía, los medios le daban 12 gubernaturas a Morena.

Los comunicadores preguntaban en breves entrevistas de banqueta a los candidatos por las ventajas y uno de ellos dijo: por mucho, 35%. No es exacto esto, pero ésa era la actitud de los competidores. Pasaba el tiempo y Gil tenía le impresión de que Morena saldría bien parada (no empiecen). Esto no era vedad, pero no era mentira. Así pueden ser las cosas de la vida: verdad y mentira al mismo tiempo.

Carreras

Si Gil no odiara los coches y las carreras habría escrito aquí que el Checo Pérez ganó en Bakú el Gran Premio de Azerbaiyán el día de las elecciones en México. Caramba, quieren algo más importante. Gil quiso ser corredor de coches, pero sus padres se lo impidieron. Y aquí lo tienen, en la página del fondo. Checo tuvo que vencer nada menos que a Hamilton, quien sabe quién sea el señor, pero parece que se las trae en las pistas.

Gil leyó en su periódico MILENIO que el canciller Ebrard recibió un tremendo varapalo. El secretario general de la ONU, Luis Almagro, deseó al canciller que ninguna otra obra construida durante su gestión como Jefe de Gobierno se le derrumbara.

Alfonso Durazo gritaba que se logró el cambio verdadero. Ganó las elecciones y llevó a Morena el triunfo en Sonora. Muy bonito. Ahora mal sin bien. El nuevo gobernador de Sonora no movió un dedo para corregir la violencia en México. Y si lo movió, no sirvió para nada.

Tres miradas

O sea que el INE sí sirve. O sea que los agravios y las ofensas del Presidente a Lorenzo Córdova y a Ciro Murayama y a otros consejeros en las mañaneras han sido producto de una política que pretende destruir las autonomías de institutos que pueden conformar contrapesos democráticos. A Gil no deja de llamarle la atención que el Presidente le agradezca al Pueblo la elección, como si hubieran ocurrido por arte de magia. Elecciones, por cierto, ciudadanas.

Con las cifras del conteo rápido del INE, Gil supo que Morena no arrasó ni de lejos. Pas mal. Un hecho: hay una nueva composición en el Congreso, surge una oposición; sí, una oposición no de gala, en efecto, pero como se dice en casa: es lo que hay.

El avance territorial de Morena da para pensar. Morena ha ganado muchas más gubernaturas de las que se esperaba. Estados grandes o pequeños, se los echó a la bolsa. Otro enigma, decía Gil, Sonora y Sinaloa.

El Presidente habla de un cambio de régimen, pero con este Congreso sus intenciones se atorarán en las tinieblas de la negociación parlamentaria y el verbo “negociar” no figura en el diccionario político de Morena y el Presidente. Gamés considera que tendrán que incluir el verbo e incluso actuarlo, por lo menos fingir que les interesa el significado de ese momento en el cual dos personas tratan de llegar a un acuerdo, a una alianza, a un arreglo.

Mañana Gil quisiera dedicar unas palabras a la Ciudad de México, verdadera debacle de Morena en las elecciones y motivo de felicidad en el corazón de Gilga.

Todo es muy raro, caracho. Oído la tarde de la elección: “Ganar perdiendo; perder ganando”. 

Gil s’en va


Gil Gamés

[email protected]

Google news logo
Síguenos en
Gil Gamés
  • Gil Gamés
  • [email protected]
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.