Gil los ve con estos ojos cuya mirada atraviesa corazones: Fernández Noroña enjugándose las lágrimas con un blanco pañuelo dice: se nos va, Adán Augusto, se nos va. Los tiempos cambian, Gerarde, responde Adane. Ambos, filmados por un Bustillo Oro de nuestros tiempos, se abrazan en un nuevo México de mis recuerdos.
En esas anda Gilga: ¿qué haremos sin mañanera, en qué se irá el tiempo sin las mentiras de Liópez, cómo será la vida sin las infamias, los agravios y las ofensas presidenciales? El presidente Liópez termina su mandato y se va, pero algunos dicen que se queda. Lo veremos. Sea como sea quedan atrás la mala onda matutina, la gira perenne (no empiecen), la realidad alterna: aquí nada pasa que no diga el Presidente que pasa, aunque pase. Se nos va Adán Augusto, se nos va.
En su portal Latinus, Gilga leyó en una nota de José Gerardo Mejía: que a días de que Claudia Sheinbaum rinda protesta como Presidenta de México, la Cámara de Diputados y sus alrededores están convertidos en un búnker. Bueno, lo raro sería que abrieran las puertas del recinto parlamentario y rompieran una piñata en verbena popular.
A partir de este lunes, solamente hay un acceso vehicular en la calle de Zapata, cuyo paso es permitido únicamente con identificación de estacionamiento y del trabajador del recinto legislativo de San Lázaro.
Otro acceso vehicular se encuentra en la esquina de Sidar y Rovirosa con la avenida Congreso de la Unión, aunque hasta el momento es utilizado principalmente como salida de autos y camionetas que ingresaron a la Cámara de Diputados. Se nos va Adán Augusto, se nos va.
Todos están contentos,
muy contentos
El cierre de la calle Zapata, donde se encuentra la puerta principal de acceso peatonal, se llevó a cabo el pasado 21 de septiembre, en la que se han colocado más vallas para garantizar que no pasen trabajadores del Poder Judicial, como ocurrió cuando se discutió en el Senado la reforma judicial, quienes llegaron hasta el pleno. ¡Largo de aquí, abogadillos! Además, los dos carriles del lado derecho de la avenida Congreso de la Unión fueron cerrados, aunque responsables del operativo comentaron a Latinus que hay la posibilidad de que el próximo fin de semana se prohíba el paso en su totalidad en el cruce con la avenida Fray Servando. Cerremos todo y asunto arreglado, propone Gilga.
Gamés ha caminado en otros históricos momentos por Eduardo Molina, Congreso de la Unión, Metro Candelaria, pero en estos días solamente podrán pasar por estas calles los trabajadores y con identificación, lo mismo que vecinos, vendedores y personas que laboran en negocios que están frente a la Cámara de Diputados. Pues sí: imaginen a los trabajadores del Poder Judicial, a los indignados en recuerdo de los diez años de los jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, a los inconformes con que la Guardia Nacional sea adscrita a Sedena. Mejor cerramos y no pasa ni un perro famélico.
Taddei sí sabe cómo hacerlo
Por cierto, Gil lo leyó en su periódico Notivox en una buena nota de Gaspar Vela: “Guadalupe Taddei, consejera presidenta del INE, dio el banderazo al proceso electoral extraordinario del Poder Judicial en el que por primera vez se elegirán a jueces, magistrados y ministros”.
Pequeño problema: aún está por definirse su costo y las secretarías de Gobernación y Seguridad no han definido si habrá casillas o centros de votación. Bien visto podrían instalarse unas pocilgas muy baratas para elegir en unos cuadernos gruesos impresos en papel estraza y subrayar o cruzar o tachar con unos lápices Mirado; no, esos son muy caros, con unos pedazos de carbón para marcar Dios sabe.
Ahora mal sin bien: Taddei dijo: “Siempre está el riesgo latente no sólo de este lado sino de muchos otros orígenes de los recursos”. ¿Qué quiso decir la consejera presidenta?; o mejor, ¿qué no quiso decir? No quiso decir que hay un riesgo de que el crimen organizado interponga recursos en el proceso de la renovación de los jueces.
Como sea que fuera, Taddei se recompuso y dijo que la organización de los comicios en el Poder Judicial será “certera, objetiva e imparcial”. Gil les desea bon voyage! Lo que va a ser aquello, Dioses.
Todo es muy raro, caracho, como diría Tennessee Williams: “Hay un tiempo para partir aunque no haya lugar cierto al cual ir”.
Gil s’en va