No será la primera ni la última vez, pero Gil está de un humor negro. Todos sus periódicos nacionales, sin excepción, informaron de la nueva variante del Covid: ómicron. Roberto López ha acuñado con acierto el sobrenombre Necronomicón. La OMS estudia con preocupación este virus que tiene 32 mutaciones y supone que puede ser mucho más contagioso que el primer coronavirus. Bélgica, Israel y Reino Unido han suspendido los vuelos provenientes de África y se reportan contagios en distintos países de la Unión Europea. ¿No les parece una razón de peso para estar podrido? Esta nueva cepa nos recuerda una película tétrica.
Una nota de Iván Saldaña en su periódico El Heraldo informa que “la variante sudafricana de Covid-19 podría llegar a México a más tardar en dos semanas, justo cuando hay más movilidad y reuniones por las fiestas decembrinas, advirtió el jefe de medicina interna del hospital ABC, Francisco Moreno Sánchez”.
El médico internista e infectólogo, mi doctor Moreno le llama siempre Gamés, recomendó que las autoridades gubernamentales aumenten la vacunación contra el virus e incluso pongan una dosis de refuerzo a los ya inmunizados desde el año pasado y principios de éste, indistintamente del fármaco que les aplicaron. Van a perdonar, pero si lo dice su doctor Moreno será, por desgracia, verdad: “Calculamos que podríamos estar teniendo la llegada en las próximas dos semanas y un brote fuerte a partir de entonces, que estaríamos hablando de justo finales de diciembre, otra vez enero y febrero, una situación terrible (…) habitualmente, mientras más contagiosa es una variante, más células invade y es más agresiva”. Ante este escenario, lamentó que en el país solo 51 por ciento de la población esté vacunada; el 49 por ciento sigue vulnerable, incluidos niños y jóvenes.
Varios médicos y un cínico
Por su parte, Mauricio Rodríguez de la UNAM, vocero de la Comisión de Emergencia para la Atención del Covid, dijo en El Heraldo Radio que la llegada de la nueva variante de Covid a nuestro país es inevitable y la prioridad debe ser detectarla. En cambio, para Susana López Charretón, viróloga especializada en rotavirus, la variante ómicron es incierta y no debe ser causa de alarma prematura porque aún no se conocen sus efectos, ya que solo se reportan 100 casos en el mundo. Xavier Tello, médico cirujano y analista en políticas de salud, resaltó que lo más preocupante sobre la nueva variante es que, al tener más mutaciones, es más contagiosa.
Ah, y no podía faltar la cachaza de López-Gatell, qué dice Gil cachaza, el cinismo del subsecretario. A este funcionario cruel e impasible no le tiemblan las piernas después de 650 mil muertos. Su revista Proceso informa esto: “Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, informó que las restricciones de viajes y el cierre de fronteras son medidas poco útiles ante la variante ómicron del coronavirus: ‘La información difundida sobre los riesgos de la nueva variante es desproporcionada respecto a lo que muestra la evidencia científica’”. Aseguró además que, pese a las sugerencias y advertencias de mayor transmisión, no se ha demostrado que sea más virulenta, ni que evada los efectos de la vacunación. Gil caminó sobre la duela de cedro blanco y se dio un tope en el muro norte de su amplísimo estudio: ¡sock! No puede ser que este sujeto siga a cargo de la pandemia. Todo es muy raro, caracho.
Por si fuera poco, la cuarta ola, según reporta su periódico Milenio, se asoma a México. Aún así, el presidente Liópez Obrador ha llamado a una gran multitud al Zócalo para informar por cuarta vez en el año, sin contar las mañanas, el estado de la demolición mexicana, o como le digan. Vamos bien, ni lo duden.
Gabinete de curiosidades
Fúnebre: relativo a lo funerario; tétrico; mortuorio.
Las ceremonias fúnebres, los enterramientos y los funerales se llamaban en latín funus. De aquí se formó el adjetivo funeralis (perteneciente o relativo a los ritos funerarios). Los poetas barrocos, que tendían a introducir vocablos latinos o experiencias latinizantes en sus obras, fueron los primeros en emplear la voz funeral; todos los derivados y compuestos son cultismos elaborados a partir de funus: fúnebre (por primera vez en Quevedo), funesto, funerario.
(José Calles Vales: Procedencia de las palabras extravagantes. LIBSA. 2011).