Política

Memorias del coronavirus/ XXVI

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Jueves 7 de mayo. 6:40 am. Año de Leona Vicario.

Gil encontró esta terrible noticia en su edición española de su periódico La Razón, algo estremecedor: el epidemiólogo Neil Ferguson de Londres había logrado gran reputación entre la comunidad científica. Como asesor de Downing Street ante la pandemia forzó a Boris Johnson a cambiar su estrategia para endurecer las medidas, ganándose el apodo de Mr. Confinamiento. Ferguson sostuvo que, si no se llevaba a cabo la cuarentena, Reino Unido podría llegar a los 500 mil muertos. Las restricciones se impusieron.

Todo bien para Mr. Ferguson, pero la mano negra de la suerte lo empujó al abismo. La lujuria, enemiga de la cuarentena, tentó a Ferguson y lo llevó a encontrarse con su amante. Antonia Staats, una bella activista de izquierda de 38 años que vive con su marido y sus dos hijos. El momento en el cual estos dos enamorados tuvieron al menos dos encuentros, el epidemiólogo acababa de terminar dos semanas de aislamiento porque dio positivo en su prueba de covid-19 y el esposo de la señora Staats comenzaba a tener síntomas. Ah, la lascivia, ah la concupiscencia, todo lo derrotan, destruyen reputaciones.

La primera reunión ocurrió el 30 de marzo, cuando Ferguson advertía con toda seriedad el imperativo de las restricciones sociales. Ah, mon amour, desafiemos al virus, enfrentemos a la sociedad, retemos al qué dirán. Dicen que esa noche, Ferguson cantó: “Si nos dejan, nos vamos a querer toda la vida”. Bueno, dicen que eso cantó. Ah, la sensualidad. Como decía Gil, Ferguson renunció, pero como sea evitó que Reino Unido apilara 500 mil muertos. En México, tal vez alguien le habría dicho: ¡no estás solo, no estás solo! Ah, la noche, ah, las caricias de seda. Pobre Ferguson.

***

12: 30 pm

No hay cerveza. Ni siquiera una Tecate, ni una caguama. El mercado vacío, sin chela. Una nota de Fanny Miranda y Víctor Michel en su periódico MILENIO informa que “las negociaciones para reactivar la industria cervecera se encuentran en punto muerto”, dijo el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, quien estima que “el daño al erario se acerca rápidamente a los 5 mil millones de pesos por impuestos no cobrados, junto con pérdidas por exportaciones que rozan los 400 millones de dólares mensuales”. Gamés empieza a leer lo mismo aquí y allá: construcción, industria automotriz, turismo. Un grito desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: Ay, mis hijos, bajo la tormenta de la crisis económica.

“Si con sus criterios el subsecretario de Salud López-Gatell se está volviendo un Ministerio Público, no estamos de acuerdo. En este caso, se equivocó. No escucha razón alguna”, dijo De la Vega. Frente a la parálisis y el impacto económico, no han tenido éxito. Ni cartas, ni mensajes, ni exhortos enviados a través de Alfonso Romo y el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos. La comunicación se rompió desde hace dos semanas. “La última respuesta que tuvimos entonces fue no”, lamenta De la Vega. “¡Esto es una violación a la ley! La ley permite operar a las agroindustrias como esenciales, si son industrias prioritarias y la cervecera es una industria prioritaria. Lo demostramos, mandamos los escritos y pues no… ¡dijeron que no!”. No oyen, les vale sorbete: no es no.

***

2:30 pm

La hora sagrada. Vaso corto, tres rocas, hasta que floten en la pecera. Gil nota que los números de la cerveza le pondrían los pelos de punta a cualquier secretario de agricultura: “la industria cervecera representa por sí sola 25 por ciento de las exportaciones del campo mexicano y de él dependen más de 600 mil empleos directos e indirectos. También significa la vida de 800 mil tienditas cuya economía se basa, al menos, en 80 por ciento en la venta de cerveza”. Además, genera la friolera de uno por ciento del producto interno bruto del país. “Son malas noticias para los productores, para los industrializadores, para los compradores y para el gobierno, que deja de recaudar impuestos”, advierte De la Vega.

“Acabo de regresar de Sinaloa y la cerveza ya se vende en el mercado negro al doble”, informa De la Vega. Pues tráigase unas cajas De la Vega, póngase la del Puebla.

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Todo es muy raro, caracho, como diría el hombre del estadio vacío: ¡Ai va el agua!


Gil s’en va
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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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