Política

La rosa de Guadalupe

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No sin cierta melancolía, Gil observó que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha sido más decidida que el gobierno de la República. Gil lo leyó en su periódico Excélsior y en una nota de Isabel González Aguirre: “ante la emergencia sanitaria que representa la pandemia del coronavirus quedan prohibidas todas las misas y las celebraciones religiosas dominicales, así como cualquier tipo de encuentro numeroso que estuviera programado para los siguientes días y semanas”. En un comunicado de prensa suscrito por los integrantes del consejo de la presidencia del CEM, se informó que los sacerdotes no dejarán de celebrar la misa, aunque lo harán de manera privada. ¿Y cómo cuánto costará la misa privada?, porque Gilga quiere tres para llevar, con sus reclinatorios, su cura con sus acólitos, sus rezos y sus hostias desinfectadas.

El comunicado añade: “hay que facilitar en la medida de lo posible, que las eucaristías sean transmitidas por las plataformas digitales y los medios de comunicación públicos y los privados, de modo que los fieles puedan unirse espiritualmente a los misterios de la fe”. Con las medidas sanitarias adecuadas, los templos que cuenten con laicos que puedan controlar la correcta disposición de fieles orantes, podrán permanecer abiertos para la oración personal y comunitaria, así como para la adoración del Santísimo. A Gamés le gustaría ser un fiel orante, ¿lo aceptarán?

“Los obispos de México asumen las medidas con serenidad, sabiduría y responsabilidad debido a la epidemia de la nueva cepa del coronavirus en el mundo y como manifestaciones de amor, solidaridad y cuidado entre hermanos”. Gracias, obispos por su sacrificio y generosidad.

Todo a su tiempo

Las medidas fueron suscritas (ah, una voz pasiva) por el arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López, así como por Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Episcopal Mexicana. Para estar más seguros todos, todas y todes (hay que ser incluyente), los obispos encomendaron a la población mexicana y al mundo entero a la protección de la virgen de Guadalupe. La verdad, Gamés se siente sereno y piadoso, las credenciales de la virgen son inmaculadas.

Mientras tanto, en el mundo terrenal, el Presidente citaba en Palacio al gabinete legal y ampliado para evaluar el inmediato porvenir mexicano ante la pandemia del virus Corona y otros temas. Ustedes tranquilos, preparen cafecito de olla antes de tomar decisiones, no se apresuren tenemos todo el tiempo del mundo.

Así las cosas y las casas (muletilla patrocinada por Bartlett chu-chu-chu), mientras Macron da un discurso de claridad dramática sobre los peligros que amenazan a Francia, Trudeau cierra las fronteras de Canadá y España e Italia intentan recuperar el tiempo perdido, México va lento, ¿quién hablaba del gobierno como de un elefante? Si Gil ha entendido algo, cosa poco improbable, solo el estado de sitio, evitará catástrofes. El médico Francisco Moreno, director de Infectología del Hospital ABC, lo dijo con precisión médica y desoladora verdad: el mundo ha cambiado. Inopinadamente, la señora Gamesa apareció en el amplísimo estudio y dijo lacónica: señoras y señores: a sus casas, ya.

Que siempre no

Gamés pensaba que de la reunión en Palacio Nacional saldrían decisiones, pero más bien se trataba de revisar los programas de Bienestar. Mecachis. Al parecer aquí cada quien se las arregla como puede: la Suprema Corte ha decidido suspender sus actividades; el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, lo mismo, la clases en el Instituto Politécnico se interrumpen.

En conferencia de prensa, Ruy López, director general de Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades afirmó que en México podrían enfermar gravemente 10 mil 528 pacientes y con necesidad de hospitalización; 250 mil personas enfermarían, de las cuales 175 mil buscarán atención médica y de esta cifra 80% recibirá tratamiento ambulatorio. Gil meditó: encomendémonos a la rosa de Guadalupe. Por cierto, ya lo saben: el dólar cerró a 23.28 y la Bolsa Mexicana de valores acabó por los suelos.

Todo es muy raro, caracho, como dijo Ambrose Bierce: El egoísta es una persona de mal gusto que se preocupa más de sí mismo que de mí.


Gil s’en va

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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