Gil pescaba en el lago de la vida pública. Su periódico La Jornada ha publicado un notable discurso de la prestigiosa novelista india Arundhati Roy. En él explica al mundo la alarmante situación en India bajo el gobierno populista de Narendra Modi, quien según encuestas es el gobernante más popular del planeta. Gil pone aquí algunas tabletas de esta pieza narrativa en traducción de Tania Molina Ramírez.
***
Al hablar sobre democracia fallida, me referiré sobre todo a India, no porque sea conocida como la mayor democracia del mundo, sino porque es el sitio que amo, el sitio que conozco y en el que vivo, el sitio que todos los días rompe mi corazón. Y que también lo cura.
Recuerden que lo que digo no es un llamado de auxilio, porque en India sabemos muy bien que la ayuda no llegará. Ninguna ayuda puede llegar. Hablo para contarles de un país que, a pesar de tener fallas, alguna vez estuvo lleno de excepcionales posibilidades, uno que ofrecía una manera radicalmente distinta de entender el significado de la felicidad, la plenitud, la tolerancia, la diversidad y la sustentabilidad, que aquella del mundo occidental. Todo eso se está extinguiendo, se está apagando espiritualmente.
***
La democracia de India está siendo sistemáticamente desmontada. Solo permanecen los rituales. El año que entra, seguramente escucharán mucho acerca de nuestras ruidosas y coloridas elecciones. Lo que no será aparente es que la cancha pareja -fundamental para una elección justa– en realidad es una empinada pared de roca en la cual prácticamente todo el dinero, los datos, los medios, la gestión electoral y el aparato de seguridad están en manos del partido gobernante. El instituto sueco V-Dem, con su detallada y extensa base de datos que mide la salud de las democracias, categoriza a India como una “autocracia electoral”, junto con El Salvador, Turquía y Hungría, y predice que probablemente las cosas empeoren. Hablamos de 1.4 mil millones de personas que salen de la democracia y entran a la autocracia. O peor.
***
El proceso de desmantelamiento de la democracia comenzó mucho antes de que Modi y la RSS asumieran el poder. Hace 15 años, escribí un ensayo llamado La debilitada luz de la democracia. En aquel momento, el Partido del Congreso, un partido de viejas élites feudales y tecnócratas, recién y entusiastamente unidas al libre mercado, estaba en el poder. Leeré un breve pasaje del ensayo -no para mostrar que tenía razón- sino para describir cuánto ha cambiado desde entonces:
Mientras seguimos discutiendo si hay vida después de la muerte, ¿podemos añadir otra pregunta? ¿Hay vida después de la democracia? ¿Qué tipo de vida va a ser?
***
Así que realmente la pregunta es ¿qué le hemos hecho a la democracia? ¿En qué la hemos convertido? ¿Qué sucede después de que la democracia termina? ¿Cuando la han ahuecado y vaciado de significado? ¿Qué ocurre cuando cada una de sus instituciones ha hecho metástasis en algo peligroso? ¿Qué ocurre ahora que la democracia y el Libre Mercado se han fusionado en un solo organismo predatorio, con una pobre, constreñida imaginación que gira casi por completo alrededor de la idea de maximizar las ganancias? ¿Es posible revertir este proceso? ¿Puede algo que mutó regresar a lo que era antes?
***
India, en la práctica, se ha convertido en un Estado hinduista corporativo y teocrático, un Estado severamente controlado por la fuerza policial, un Estado aterrador. Las instituciones que fueron vaciadas por el régimen anterior, sobre todo los medios mainstream, ahora hierven con fervor supremacista hinduista. Al mismo tiempo, el libre mercado ha hecho lo que hace el libre mercado. Brevemente, según el informe 2023 de Oxfam, uno por ciento de la población de India es dueña de más de 40 por ciento de la riqueza total, mientras que 50 por ciento de la población (700 millones de personas) tiene cerca de tres por ciento de la riqueza. Somos un país muy rico de gente muy pobre.
***
Pero, la ira y el resentimiento que esta desigualdad provoca, en vez de estar dirigido hacia aquellos que podrían ser responsables de algunas de estas cosas, es cosechado y enfocado contra las minorías en India. Los 170 millones de musulmanes, que componen 14 por ciento de la población, están en la línea de fuego. El pensamiento mayoritario, sin embargo, cruza las barreras sociales y de casta, y también tiene un enorme seguimiento en la diáspora.
***
Todo es muy raro caracho, como diría Gaston Paris: “No te aflijas por lo que hayas perdido, no intentes poseer lo que no puedes conseguir, no creas cosas imposibles”.
Gil s’en va