Tres mujeres y seis niños integrantes de la familia LeBarón fueron asesinados mientras transitaban a bordo de una camioneta en Chihuahua, cerca de la frontera con Sonora. El crimen ensombreció al país. La masacre puso de nuevo sobre la escena pública la gravedad insoportable de la inseguridad en México.
Alfonso Durazo, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, dijo que el convoy, integrado por tres camionetas, en el que viajaba la familia LeBarón “pudo haber sido confundido por grupos delictivos que se disputan el control en la región”. Probablemente nadie le ha informado al secretario Durazo que la familia LeBarón es uno de los motores de la economía del noroeste del país y que la inseguridad los ha golpeado una y otra vez. En 2009, un joven miembro de la familia fue secuestrado y liberado más tarde. Meses después, Benjamín y Luis Widmar LeBarón fueron secuestrados y asesinados. Los asesinos dejaron un mensaje: esas muertes eran la consecuencia de su activismo contra la violencia del crimen organizado. Entonces, la comunidad mormona de LeBarón propuso la creación de una policía civil para protegerse (con información de El Universal en una nota de Ibeth Mancinas).
Decía Gil que el secretario tal vez no estaba al tanto, como no lo está de tantas y tantas cosas que tienen que ver con su cargo, de esta historia pues solo así puede declarar que las camionetas en las cuales viajaban niños y señoras LeBarón pudieron ser confundidas con vehículos de pandillas enemigas. Dios de bondad. El secretario no da pie con bola, de verdad. El secretario secreto, nadie sabe que es secretario de Seguridad, ni él. Mon Dieu!
Trump solidario, mju
En su cuenta de Twitter, Donald Trump escribió: “éste es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos, libere la guerra a los cárteles de la droga y los borre de la faz de la tierra”. Por cierto, hasta donde Gil sabe, la familia LeBarón tiene doble nacionalidad, la mexicana y la estadunidense.
Trump añadió que “si México necesita o solicita ayuda para limpiar estos monstruos, Estados Unidos está listo (…) ¡El gran nuevo presidente de México ha hecho de esto un gran asunto, pero los cárteles se han vuelto tan grandes y poderosos que a veces necesitas un ejército para derrotar a un ejército!”.
A Gil le parece bien que las relaciones bilaterales sean cordiales y hasta amorosas. Ahora mal sin bien, qué diríamos si estos mensajes los hubiera recibido the hollow man Peña. Uta: entrega la soberanía el descastado, vende patrias, cobarde, entreguista. En fon y en fan.
La respuesta que el Presidente de México expresó en la mañanera venía así: “Es algo que le corresponde resolver al gobierno de México. Le agradecemos mucho (...), pero esto depende de nuestra soberanía”. Anjá. Oh, sí. Gracias y hasta luego. Como ño. ¿Cuántas policías estadunidenses operan en México? Si no jugamos a las escondidillas podríamos decir que varias, y varias son al menos dos, la DEA y el FBI, grupos de inteligencia que al parecer sirven para maldita la cosa porque no resuelven nada de nada.
El Presidente al micrófono: “Voy a hablar con Trump para agradecerle su apoyo y ver si en los convenios de cooperación hay posibilidad de que se pueda contar con ayuda, en caso de que se necesite y en el marco de acuerdos bilaterales solicitaríamos ese apoyo que agradecemos mucho”. Creo, crees, creemos, creéis, creen.
El gobernador
La verdad es que el gobernador Javier Corral no canta mal las rancheras. El gobierno de Chihuahua inició un operativo, en la zona limítrofe con Sonora, para apoyar en las investigaciones en torno al ataque armado en contra de tres familias.
Corral escribió en Twitter “Lamentamos y condenamos la tragedia de la Familia LeBarón, en la masacre ocurrida ayer; enviamos a sus familiares nuestras condolencias. La Fiscalía colaborará en todo con las autoridades federales y locales de Sonora para que se haga justicia y se dé con los responsables”. Este es mi mensaje, y como yo trabajo mucho, me voy a dormir. ¿Estrategia contra el crimen?, cero; ¿mensaje contra las pandillas delictivas?, cero. En fon y en fan.
Todo es muy raro, caracho, como diría Montaigne: A nadie le va mal durante mucho tiempo sin que él mismo tenga la culpa.
Gil s’en va