Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil leía la entrevista que Edilberto Adán le hizo a Dante Delgado, coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, en su periódico La Jornada de Aguascalientes. El senador asegura que la prioridad para Movimiento Ciudadano, antes que elegir un candidato, debe establecer un proyecto para así desde la base, crear un liderazgo. Esto le parece muy bien a Gil y dadas las circunstancias (como dicen los analistas) para el año 2030, Movimiento Ciudadano tal vez tenga un candidato recio, popular y con proyecto de nación para presentarse a las elecciones. Gilga cantó: que se quede el infinito sin estrellas, y que pierda el ancho mar su inmensidad. Va bien Gamés, ¿o se regresa?
Parece claro que si la oposición no presenta a un candidato único en las elecciones del 24, no tendrá ninguna posibilidad, ni de lejos, de competir con Morena, pero Dante no tiene prisa. Miren cómo ve los tiempos el senador: “Hoy, en el escenario que tiene el país, no puedes construir una candidatura en dos años, tiene que ser producto de un proyecto de nación sólido que sea respaldado por encima de los partidos, si no se hace así, es claro que Andrés Manuel y con él, los que siguen en Morena, van a imaginar que ya ganaron un proceso electoral que todavía no se da y las elecciones de 2024 van a ser punto de inflexión en la vida del país y es ahí donde va a ganar Movimiento Ciudadano”.
Perdone, Dante, como se decía antes: vamos a barajarla más despacio: primero usted dice que en dos años no se puede construir un candidato, único y de oposición, se entiende; y cuando los de Morena tan campantes, ingenuos y quitados de la pena avancen rumbo a la victoria, ahí entra Movimiento Ciudadano y ¡zas!, sorpresa, gana la elección. Muy bien, sobre todo posible.
Aritmética política
Dante Delgado sostiene que hay sumas que restan, y Gil considera que hay restas que dividen, cosa que ocurrirá cuando Movimiento Ciudadano se presente a la elección por su propia cuenta y con su candidato. “Bueno, lo que sucede es que hay personas que están muy extraviadas en el análisis político y gente que no ha participado en decisiones políticas se imaginó que, sumando membretes, podía sumar numeralia, pero no es así en las campañas. Precisamente por eso hay sumas que restan y, en este caso, cómo explicarle a la gente que las fuerzas políticas que antes se disputaban entre sí el electorado, porque habían situaciones de confrontación, ahora van juntas”.
La cuadratura del círculo, senador. Gilga forma parte de los extraviados que no han tomado decisiones, pero no hay que explicar la teoría de la relatividad para saber que sin un candidato único opositor, Morena va en caballo de la secretaría de Hacienda. Por lo demás, ¿cómo se explica?, muy fácil: si vamos divididos tendremos seis años más de Morena, con todo lo que ello pueda y quiera decir. Pero en materia de seguridad y confianza, Dante no tiene rival; lean y verán: “Vamos a ganarle la Presidencia de la República en el 2024 porque habrá congruencia y porque en Movimiento Ciudadano estamos convencidos de la alianza con las y los ciudadanos y por encima de los partidos”.
No se lo tomen a mal a Gamés pero el senador dice unas barbaridades monumentales: por encima de los partidos, entonces ¿por quién se cruzará la boleta de la elección, por una familia, el nombre de una tienda o un partido político? Todavía no se inventa nada más organizado que un partido para presentar proyectos de nación y pedir los votos del electorado. Es que de veras, así no se puede.
La sopa
Como en las mesas del dominó, la sopa ya se hizo, cada quien recoge sus fichas y se encomienda a los Dioses de la fortuna. Gil tiene la impresión de que a la oposición le van a ahorcar la mula de seises.
Aquí y allá las encuestas hacen combinaciones en las cuales lo único claro es que con Claudia Sheinbaum o con Marcelo Ebrard, el día de hoy ganaría Morena la Presidencia enfrentándose al PRI, al PAN y al PRD. Dirán que Gilga es una ave de mal agüero, que el chicharrón se le haga boca, que nada ve y le sabe mal, que se le seque la mano. Lo que digan y manden, pero es lo que hay. Ciertamente falta mucho, pero tanto como para cerrar los ojos.
Todo es muy raro, caracho, como diría Albert Camus: “He comprendido que hay dos verdades, una de las cuales jamás debe ser dicha”.
Gil s’en va
Gil Gamés
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