Política

Cinturón de paz

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Gil se disfrazó de cinturón de paz. Allá iba, delgado y correoso, en defensa de los manifestantes que recuerdan, como cada año, la matanza del 2 de octubre. ¿Tú eres Gil? Sí, pero vengo disfrazado de cinturón de seguridad, la hebilla no es de lo mejor, pero en fon. Caminemos. Doce mil servidores públicos se convertirán en raros policías civiles.

Gamés habló a la policía: en estas calles hay merodeadores violentos, vengan. Ah, eso sí que no, nosotros estamos para observar, de hecho somos seres contemplativos. Gilga oye a las malas lenguas: cobarde, pides la represión a los movimientos sociales. No, Gil sueña con transitar por las calles de Ciudad de México con libertad, sin marchas diarias, a todas horas. ¿Está mal?

Una nota de Eduardo de la Rosa en su periódico MILENIO informa que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) condenó los hechos ocurridos el pasado sábado contra la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Ciudad de México (Canaco-CdMx).

En un comunicado, el organismo encabezado por Gustavo de Hoyos mostró su respaldo y solidaridad con la Canaco y exigió a las autoridades de CdMx que se castigue a los responsables: “Estos episodios no solo han afectado a la ciudadanía, sino que han ocasionado serios daños a tiendas, restaurantes y hoteles, lo mismo que a edificios habitacionales, oficinas y monumentos históricos. Se necesita que las autoridades correspondientes dejen los comportamientos de pasividad y busquen frenar las manifestaciones vandálicas y violentas, siempre en el marco de la ley y respetando los derechos humanos”. Gil entonó: burgueses, cabrones, por eso están panzones.

Recapaciten

El comunicado de la Coparmex: “Hoy más que nunca, exigimos a los gobiernos de los tres niveles, que actúen coordinadamente para asegurar condiciones de paz y seguridad; esto sin que los ciudadanos tengan que renunciar a sus derechos para defender y manifestarse en favor de sus causas”.

Por otra parte, una nota de Isabel González en su periódico Excélsior informa que el Presidente pidió aislar a los provocadores en las manifestaciones: la ciudadanía “está muy molesta” por los actos vandálicos en las manifestaciones (…) pedimos que nos ayuden y que la manifestación sea pacífica, que no se afecten comercios, que no haya violencia, que se cuide el patrimonio histórico, que se actúe como lo hicieron Gandhi, Mandela, Martin Luther King (...) y pedirle a todos los participantes que nos ayuden para que si se infiltran provocadores, los aíslen y los mantengan separados, nosotros que venimos de la oposición sabemos de cómo se puede evitar que actúen provocadores (...) va haber cuidado, vigilancia sin represión”. Muy bien, los aislamos, y luego vuelven a salir y vandalizar bancos, restoranes, cajeros, edificios históricos monumentos. ¿Qué hacemos?

El Presidente: “Ojalá recapaciten y de todas maneras vamos nosotros a cuidar a los ciudadanos, es nuestra responsabilidad y sí se puede (...) invito a que nos ayuden, a que se apoye un plan que tiene la jefa de Gobierno para que se hagan cordones con ciudadanos, que procuren la paz, y que se evite la violencia, vamos a tener vigilancia, les adelanto: no vamos a caer en ninguna provocación, nada de dar excusas a quienes buscan eso, provocar, están queriendo que haya choques, no lo van a conseguir”. De acuerdo, medita Gamés, pero entonces se trata de una invitación al vandalismo. ¿No caer en provocaciones equivale a admitir la violencia?

El Presidente: “si alguien no está de acuerdo con mi gobierno, que trabaje en las comunidades y en las colonias, pero no tapándose la cara para aventar petardos”. Gil considera que nadie dejará el pañuelo en la cara y la bomba molotov para trabajar en el campo, o en las colonias pobres. ¿Y qué pasa si la autoridad aprehende a unos cuantos de estos rufianes y rufianas? ¿No? ¿Entonces quien cuidará de la seguridad de los ciudadanos de Ciudad de México?

Cinturones de los buenos

Gil se probó tres cinturones de seguridad, pero ninguno le pareció que le hiciera justicia a su cuerpo. Pidió que le trajeran uno de una tienda de Santa Fe. Ah, qué bien lucía con este cinturón de paz. Gamés se vio al espejo y suspiró: gran cinturón de paz, vamos a la manifestación.

Todo es muy raro, caracho. Como diría Ibsen: Nunca lleves tus mejores pantalones cuando salgas a luchar por la paz y la libertad.


Gil s’en va

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Gil Gamés
  • Gil Gamés
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  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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