Jueves 14 de octubre de 2020. 7:15 am. Destellos de luz en el cielo y entre las nubes. Una nota de Reyna Paz Avendaño en su periódico La Crónica retomó las palabras del escritor libanés Amin Maalouf (Beirut, 1949): “La humanidad necesita verse como un tipo de nación extensa y plural. Al final, su destino le exige verse de una manera diferente. De momento, ocurrirá lo contrario, habrá tensiones, cada vez más importantes desconfianzas. Veremos nacionalismos y populismos que crecerán, pero estoy convencido de que el impacto de la crisis de 2020 será completamente distinto”.
El ganador del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010 declaró el miércoles lo siguiente: “Creo que, en un principio, habrá muchas más tensiones, más desconfianza hacia los demás en el mundo entero y hacia todas las direcciones. Pero, a largo plazo, lo que acaba de pasar nos dará la sensación de que tenemos un destino común, de que lo que afecta a una parte del planeta afectará inevitablemente al resto.
“Una de las características de lo que acaba de pasar es que todos estamos en la misma situación. Antes, cuando había acontecimientos catastróficos naturales, siempre teníamos la sensación de que los países más pobres sufrían mucho más que los países ricos. Esta vez no es así, Nueva York sufre mucho más que Calcuta”.
***
“Muchos escritores sienten un tipo de culpabilidad que viene del hecho de que el confinamiento no les molesta realmente. Tengo que admitir que mi vida es un tipo de confinamiento. El aspecto de confinamiento lo he vivido con mucha serenidad, sobre todo cuando entendí que los jóvenes de mi familia, los niños y los nietos no estaban en peligro.
“En pocas ocasiones podemos observar el mundo de esta manera. Se tiene la sensación de que hubo un accidente colectivo. Nunca habíamos visto a millones de humanos, en el mismo momento, obedecer directrices que nos impidieran salir a la calle o relacionarlos con los demás. Creo que es un poco preocupante, pero sobre todo un poco fascinante en la época en que vivimos.
“A la vez, tenemos que rechazar la desesperación. Pienso que la función de la literatura, la función del escritor en el mundo actual, es imaginar un mundo diferente. Tenemos elementos que nos permiten imaginar un mundo diferente. Diría que hoy más que nunca, necesitamos imaginarlo.
***
“Hoy está ocurriendo lo contrario, tenemos los medios para resolver los problemas de la humanidad. El verdadero problema es un problema de dirección, no sabemos a dónde vamos y necesitamos saberlo, necesitamos saber qué mundo construir, sobre qué fundamento debemos construir o reconstruir nuestras sociedades.
“Creo que hoy más que nunca, la cultura y, especialmente,la literatura, son indispensables para que funcionen nuestras sociedades.
“Estados Unidos está viviendo una época delicada y preocupante. Hay tensiones raciales y de otro tipo que nunca alcanzaron ese nivel de virulencia. Estoy un poco preocupado por la vida democrática. No estoy del todo convencido de que la figura del candidato demócrata sea la figura ideal para una reconstrucción enérgica del país sobre nuevas bases. Es mejor, pero no el refundador que necesitamos.
“Es la incomodidad que existe en Occidente de que aparezca otra potencia. Aunque la vida política en China no corresponde a lo que yo deseo, al mismo tiempo tengo recuerdos de lo que era hace 30 o 40 años, más violenta y represiva. Pero ya no es así, hubo algún tipo de evolución. Deberíamos invitar a China a un conjunto mundial que le permitirá desarrollarse hacia otra dirección incluso a nivel político… temo que estamos yendo hacia una nueva Guerra Fría; una verdadera carrera armamentística está ocurriendo”.
***
En El naufragio de las civilizaciones (Alianza Editorial, 2020), Maalouf escribió: “Cuando intento hacer un balance del siglo XX, me doy cuenta de que fue el escenario de dos ‘familias’ de calamidades: el comunismo engendró una y el anticomunismo, la otra. A la primera pertenecen todos los atropellos cometidos en el nombre del proletariado, del socialismo, de la revolución o del progreso (…) A la segunda familia pertenecen los abusos cometidos en nombre de la lucha contra el bolchevismo y también la ‘peste parda’ del fascismo y del nazismo”.
***
Todo es muy raro caracho. Como diría Pedro Calderón de la Barca: “No siempre lo peor es cierto”.
Gil s’en va