De 2012 a la fecha el presidente de China, Xi Jinping, ha venido construyendo un liderazgo tanto al interior como al exterior del gigante asiático.
El mandatario chino es, junto a Mao Zedong y Deng Xiaoping, uno de los artífices de la construcción de la China contemporánea.
Con una trayectoria implacable al interior del Partido Comunista de China, Xi hizo sendos méritos para llegar a ser secretario general del partido y presidente de la República Popular China.
Fue gobernador de la provincia de Fujian, secretario general del partido Comunista en Shanghái, además de ser el encargado de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y vicepresidente de China bajo la gestión de Hu Jintao.
Fuerte promotor del proyecto de la Nueva Ruta de la Seda, la visión de Xi dentro de la gobernanza global es promover relaciones entre iguales con sus pares.
Al interior de su país los resultados económicos son más que evidentes.
En 2021 el gobierno anunció la erradicación de la pobreza extrema. Cuando asumió el poder el PIB per cápita de China era de 6,300 USD, ahora es de 12,600 USD (2023).
Supo salir avante de un conflicto arancelario con Estados Unidos cuando la gestión de Donald Trump.
En los momentos en los que los populismos de derecha y extrema derecha aparecieron, Xi consolidó su liderazgo y el de China en el mundo.
Las políticas económicas proteccionistas de Estados Unidos y algunos países en Europa pusieron en vilo al libre comercio, afortunadamente Xi tomó el papel protagónico como defensor del libre comercio y con ello el comercio internacional siguió su rumbo.
En materia de política exterior Xi ha afianzado las relaciones comerciales de China con sus aliados, pero también, ha conseguido nuevos socios a través del proyecto de la nueva ruta de la seda.
En Medio Oriente, en el que el peso político de Estados Unidos sigue siendo relevante, China viene ganando adeptos. Irán y Arabia Saudita, archienemigos por décadas, reanudaron relaciones diplomáticas el año pasado, todo ello gracias a la intercesión de China.
Asimismo, el presidente chino es conocido por su combate a la corrupción.
Desde 2012 ha lanzado una férrea campaña contra funcionarios corruptos, lo que le ha ganado adeptos entre la población.
Xi Jinping, presidente de China y uno de los líderes mundiales contemporáneos más relevantes.
