Cultura

La desfachatez en Starbucks

  • Semillas de conciencia
  • La desfachatez en Starbucks
  • Gabriel Rubio Badillo

Y no me refiero a la tienda, hablo del cinismo de algunos “pseudoclientes”. Anteriormente había escrito sobre el nivel de descaro necesario para comprarte un triste café negro y quedarte a utilizar por horas el clima y el internet de la tienda. Pero en una reciente visita, para mi enorme sorpresa, veo que ese cinismo va en aumento.

Ahora te encuentras a personas instaladas con su computadora, ¡que ni siquiera están consumiendo! Starbucks se ha convertido en un cíber gratuito y con todas las comodidades.

Platicaba años atrás con un amigo gerente de una de las sucursales, y me decía que es la política de Starbucks mantener esta “tolerancia amigable” para ocupar sus espacios, aunque la gente tuviera un consumo mínimo. Lo cual me parece un gesto humanista aunque termine siendo utilizado con abuso por parte de muchas personas.

Pero tener la caradura de ir a sentarte a trabajar, llevar tu computadora y no comprar nada, es de pena ajena y el extremo de lo sinvergüenza.

Difícil creer que un tipo trabajando en una MacBook Pro atraviese con carencias y no pueda pagar su propio internet o su clima. O por lo menos un café americano. Y hay desde estudiantes hasta adultos con su oficina móvil.

No sé si se llegue el momento en que los clientes que sí van a consumir se topen de pronto con que no haya asientos ni mesas disponibles; porque están ocupadas por esta gente descarada.

El punto central no es que esto ocurra en Starbucks; no estoy abogando por la tienda, sino destacando, con preocupación, la naturalidad con que el cinismo y la desfachatez van en aumento en nuestra cultura.

Lo que pasa en ese café dibuja un hábito común en México: el descaro. No solo en los jóvenes estudiantes, sino en gente adulta. La educación académica definitivamente no tiene nada que ver con la educación emocional ni con la inteligencia social.

Y este tipo de detalles que pueden parecer pueriles son una muestra del retroceso social en que vivimos: cada vez más desconsideración y egoísmo, menos capacidad de pensar en los otros y una tendencia in crescendo, de pensar que las propias necesidades están por encima de lo que sea. Incluso del mínimo sentido de la vergüenza.

Gabriel Rubio


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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