Cultura

Deja de ser el cajero automático de tus hijos

  • Semillas de conciencia
  • Deja de ser el cajero automático de tus hijos
  • Gabriel Rubio Badillo

¿Solo te buscan si necesitan algo? ¿Actúan como si te hicieran un favor al acompañarte cuando buscas convivir con ellos? ¿Pueden verte esforzándote, limpiando o cargando cosas y no les nace ayudarte sin que se los pidas? Si estas conductas te suenan familiares, te has convertido en un simple proveedor para tus hijos. Dejaron de lado el interés por tu persona y solo te ven con el signo de pesos en la frente.

Pero son simplemente el resultado de un sistema de crianza equivocado: les hicimos sentir que son el centro del universo y que se merecen todo sin el mínimo esfuerzo. No es culpa de ellos; no nacieron así.

En psicoterapia me toca escuchar a muchos padres de familia, llorando por la enorme indiferencia con que sus hijos los tratan: “nunca me preguntan cómo me fue en el trabajo cuando llego a casa”. “pueden verme trabajando hasta altas horas de la noche y no son para preguntarme si ya comí o si necesito algo”.

En los divorcios, hay señores que han sido padres presentes y se esfuerzan en la convivencia con sus hijos. Me dicen que tienen que insistirles mucho para que acepten salir a pasear con ellos, y si lo hacen, van por el camino con los audífonos puestos, mirando el teléfono e ignorando a su padre. Contestándole con monosílabos. Casualmente, la actitud cambia cuando las salidas son para comprar algo caro que los chicos quieren: mágicamente surgen la atención y los abrazos hacia el padre. Eso en el mejor de los casos; porque otros ni siquiera dicen “gracias” y simplemente asumen que se lo merecen y es obligación de su padre comprarles cosas.

Un amor malentendido crea semejantes monstruos. Dar en exceso causa daño psicológico, crecen sin ser agradecidos, ni valoran el esfuerzo de nadie. A veces la culpa nos hace actuar así y pensamos que somos insuficientes, que no valemos por nosotros mismos y queremos compensarlo con cosas materiales. O los errores del pasado nos hacen pagar una deuda eterna con los hijos. Si no les ponemos límites y no sentimos amor por nosotros mismos, nunca podremos restablecer nuestra autoridad ni el respeto que merecemos; seguiremos siendo para nuestros hijos un simple cajero automático.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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