Política

Morena y la degradación

  • Columna de Frank Lozano
  • Morena y la degradación
  • Frank Lozano

En estos días ha circulado en distintas redes sociales una reflexión hecha por Daniel Cosío Villegas en el año de 1946. La reflexión dice,“A los ojos de la opinión nacional … nada hay tan despreciable como un diputado o un senador; han llegado a ser la unidad de medida de toda la espesa miseria humana”.

La vigencia de la frase no es fortuita, el ámbito legislativo se ha convertido en un refugio de charlatanes, cuyo mérito para ocupar una curul es su proclividad a la abyección frente al amo en turno.

La aseveración de Cosío Villegas bien pudiera hacerse extensiva a toda la clase política de emanada de Morena, comenzando por el mentiroso serial, Andres Manuel López Obrador. En los hechos, desde el palacio Nacional y desde el palacio Legislativo federal, se emprende una desenfrenada carrera de degradación de lo público y la transformación de lo político en una carnaval de lo grotesco.

La mañanera, esa fábrica de la posverdad, le otorga un espacio a una sección llamada, “el quién es quién de las mentiras”, donde, irónicamente, la mentira, el error y la distorsión de los hechos son la norma. La expresión “no es falso, pero no es verdadero”, “No es falso, pero se exagera”, enmarcan la misión de la pendenciosa vocera que la encabeza.

El demagogo se regocija ante el show. Su historia política es una colección de disparates, contradicciones y mentiras. Más allá del estribillo de los otros datos, está la convicción de ensuciar la conversación, de provocar el debate sobre materias estériles.

Lo que acontece con la bancada de Morena en el poder legislativo va más allá. Ahí ni siquiera tienen otros datos, en cambio, están llenos de insultos, de miopía, de cerrazón. El espacio natural del debate, la tribuna, es ahora una plataforma para el denuesto, la diátriba y la anulación del otro.

Ver a la bancada de Morena usar el espacio de representación de los mexicanos como un foro para cantarle las mañanitas al presidente, dibuja de cuerpo entero a un grupo político que se debe a un hombre, no a México. Afirmar que cuidan al presidente, mientras ignoran al país, ratifica su misión de lacayos. Una horda de mentecatose e ignorantes reducidos a ser un eslabón de la locura presidencial.

Por otra parte, los secretarios de estado son una colección inaudita de ineptos. La presumida honestidad, por encima de la capacidad, queda honrada a medias. Son incapaces y son deshonestos. Son incapaces, costosos y decorativos. Rocío Nahle y Manuel Bartlett en su triste papel de defensores de la aberrante reforma eléctrica. Alcocer y López Gatell en su ominoso rol de fabricantes y recolectores de muertos, sean a causa de la pandemia, o a causa de la escasees de medicamentos.

En nuestra precaria construcción democrática no hay nada más dañino que reducir los asuntos públicos y lo político, a posturas binarias. El fortalecimiento de la democracia pasa por la construcción de ciudadanos: Morena busca clientelas. La construcción de ciudadanía es un proceso complejo y multidimensional que se nutre, entre otras cosas, del debate. Lo que Morena promueve es la degradación y el encono. No son la esperanza para México, son nuestra mayor amenaza.

Frank Lozano

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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