Cultura

Sequía / I

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En el otoño de 1855 el jefe piel roja Seattle envió una carta de respuesta al presidente estadounidense Franklin Pierce (que algunos atribuyen a un ecologista texano posterior, en una más de las tantas invenciones del pasado) ante su oferta de comprar a los nativos los territorios del actual estado de Washington. “¿Cómo se puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra? Esa es para nosotros una idea extraña”, decía. “Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que usted se proponga comprarlos? Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo”. Y aunque advertía que el mismo hombre blanco no quedaba exento del destino común, así tuviera el poder para arrebatarles sus tierras como de cualquier manera iba a hacerlo, y que acabaría sofocado por sus propios deshechos luego de destruirlo todo, las palabras finales de la carta contenían un profético augurio, si se escribió entonces, o un dramático epitafio, si el texto se elaboró después: “La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia”.

El necrocapitalismo contemporáneo (capitalismo gore, le llama Sayak Valencia), cuya acumulación de capital y ganancia ilimitados son el fin absoluto a conseguir sin importar las consecuencias que provoque, ejerce una necropolítica (Achille Mbembe) donde la violencia deja de ser un medio para obtener rentabilidad y se vuelve también un fin en sí misma. Los Estados modernos, como el que despojó a la tribu suquamish, hicieron de las poblaciones, de sus territorios y bienes naturales un voraz espacio de explotación. Dicha “economía de la muerte” cosifica y desacraliza todo: desde la persona hasta el agua, desde los bosques hasta el cuerpo, desde la conciencia hasta el arte o la compasión.

Pero como cualquier tiempo contiene en germen su contrario, el desorden puede entenderse como un orden que (todavía) nadie puede ver.


Fernando Solana Olivares


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Fernando Solana Olivares
  • Fernando Solana Olivares
  • (Ciudad de México, 1954). Escritor, editor y periodista. Ha escrito novela, cuento, ensayo literario y narrativo. Concibe el lenguaje como la expresión de la conciencia.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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