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Venus / Quetzalcóatl: el destierro y el renacer (3: final)
Quetzalcóatl llega a la costa oriental donde nace el Sol: la mañana. Manda hacer una balsa de culebras. Luego, entra en ella como si fuera una canoa, y se va por el mar, navegando. -
Venus / Quetzalcóatl: el destierro y el espejo (2)
El hombre venido de regiones lejanas que, por su conocimiento de la tecnología y su visión moral, había elevado a los toltecas al esplendor —y por ello había sido venerado como un dios— ahora descubría su realidad. -
Venus / Quetzalcóatl: el destierro (1)
Esta potencia divina engaña a Quetzalcóatl y lo hace beber pulque, torciendo su voluntad. -
Venus / Quetzalcóatl: el Apocalipsis
Aquella marioneta mágica no era más que Huitzilopochtli (El Colibrí Zurdo), el tercer nigromántico de aquella camarilla que se levantó en contra de Quetzalcóatl. -
Venus / Quetzalcóatl: la venganza del Toueyo
Y mientras iban cayendo, su carne y sus huesos se fueron convirtiendo en roca, rodando con dolor, hasta salpicar, muertos, la superficie del agua. -
Venus / Quetzalcóatl: el vendedor de chile
Se le ablandó tanto el corazón que le creció el deseo de irse de su reino, como lo hace Venus —la Estrella del Alba— hundiéndose en el horizonte. -
Venus / Quetzalcóatl: el esplendor
Sus vasallos eran maestros en las artes mecánicas. Habían construido una ciudad magnífica. -
Venus y el regreso: la sincronicidad
Y podríamos definir la sincronicidad como “la ocurrencia simultánea de dos o más acontecimientos vinculados por el sentido, pero no por la causalidad”. -
Venus-Xólotl: el descenso (2)
Si había sido bueno con una de esas criaturas, si le había dado comida, respeto y protección, un perro llegaba para dirigirlo a través de las corrientes imposibles del Chiconahuapan.