Cultura

Grita México, Liguilla Apertura 2021 (I): la cartera no lo es todo

El clamor homófobo que no termina de erradicarse. Entenderemos quizá hasta que nos impidan ir al Mundial. O ni así. Incomprensible porqué se sigue haciendo: es insultante en primer término, pero además no es simpático, no pone ambiente, se vuelve mecánico y, más allá de toda discusión, genera castigos, incluso en nuestra liga local, como lo vivió el Cruz Azul en su eliminación frente al Monterrey. Ya veremos. Por lo pronto, arranca la Liguilla tras un repechaje que le da la oportunidad de ser campeón al equipo que ocupó la duodécima posición y que nos dejó dos partidos disputados, con todo y su cuota de drama, y otros dos que se resolvieron sin mucho que recordar. Una instancia que le pone sabor pero que va en detrimento del torneo regular. Las nóminas más caras en los dos primeros enfrentamientos, al menos por esta vez, se quedaron en el camino.

Del bostezo a la explosión

Decepcionante presentación del líder de la competencia ante el undécimo lugar general, que hizo lo que estuvo a su corto alcance. La UNAM buscó la portería sin el suficiente tino y volumen de un excesivamente apertrechado América, quizá recordando la experiencia del torneo anterior. De hecho, los visitantes solo tuvieron una acción peligrosa en un disparo que pasó angustiosamente cerca del poste y lo demás fue pelotear, resguardarse y esperar el silbatazo final para resolverlo todo en casa. Los Pumas lo intentaron con todos sus recursos disponibles; incluso anotaron en fuera de lugar y tuvieron una clara hacia el final del partido pero la pelota se fue apenas saludando la portería sin sana distancia. La Liguilla seguía sin empezar para estos equipos.

La vuelta fue como si de dos equipos diferentes se tratara, quizá recordando que no seguían en el torneo regular y que el duelo por disputar era definitivo. Desde el arranque, el anfitrión salió a copar el campo y la visita no parecía estar dispuesta a regalar nada. Tras algunos avisos, las Águilas se fueron al frente gracias a un penal cobrado con seguridad por Aguilera al 11’, provocando una encomiable reacción de los Pumas, plantando cara, manteniendo el espíritu que habla por mi raza y generando un mano a mano y un par de cabezazos seguidos al travesaño, mientras que Talavera salvó a su equipo del segundo con atingente salida tras kilométrico servicio de su colega Ochoa.

Y entonces apareció Mozo, dueño de la banda derecha, con sus servicios, que no centros, llenos de veneno dirigidos al área: el primero se paseó por la zona de emergencia hasta visitar la red al 29’, mientras defensas y arquero jugaban a las estatuas de sal; el segundo encontró justo la cabeza de Corozo al 41’ y el tercero, para rematar, la de Meritão en la recta final del partido. A pesar de tener un plantel más limitado, el equipo universitario mostró a lo largo de los 180 minutos una mayora convicción por buscar el triunfo, en tanto los de Coapa solo desplegaron su capacidad en ciertos lapsos, al final insuficientes y denotando que este plantel todavía no sabe jugar liguillas. Sello de nuestro torneo: el undécimo lugar elimina al líder de la competencia.

Posición mata equilibrio

El planteamiento inicial del Atlas en el campo del Monterrey resultó sorprendentemente valiente, asumiendo y confirmando su posición alcanzada en el torneo regular: presión arriba, posesión de pelota y búsqueda del arco rival. Poco a poco, los Rayados empezaron a equilibrar el trámite y ya para la segunda parte lo inclinaron a su favor, si bien los anteriormente llamados Margaritas por los aficionados de las Chivas (hablando de apodos homófobos), mantenían cierta presencia adelante y no cedían por completo la media cancha. Los anfitriones apretaron en la parte final del partido para llevarse cierta ventaja, cambios incluidos, pero entre fallas definitorias, un inoportuno fuera de lugar y el arquero rojinegro, el marcador permaneció intacto.

La vuelta en el estadio Jalisco fue similar al partido de ida, con pasajes pantanosos y de mucho roce, sin demasiada claridad al frente. Los rojinegros salieron a buscar otra vez a los Rayados en su propio campo, mientras estos apenas parecían organizarse para ver cómo jugar. La fiel afición local sabía que su impulso era necesario y ahí estuvo con a entrega acostumbrada. Un gol de vestidor anulado y un par de llegadas peligrosas, anticiparon el gol de Furch vía penal, tras una marcación dudosa, poco antes de los veinte minutos. El gol no modificó gran cosa el funcionamiento de ambos equipos, si acaso los de casa se empezaron a mostrar prematuramente cautelosos, en tanto los del norte generaban una que otra llegada sin mucha convicción y jugaban más bien como una Pandilla, como se les conocía anteriormente.

Para la segunda mitad, como si fuera una copia del partido anterior, el cuadro de un excesivamente reclamador Aguirre adelantó líneas en busca de esos dos goles que los mantuvieran en la ruta por el título. González al 73’ le dio vida su equipo, aunque él tuvo que abandonar la cancha por el golpe que se llevó. El tiempo restante estuvo dominado por un hosca tensión en la que predominaron las faltas como recurso, los centros desesperados al área y un entorno de conflicto creciente, opacando la posibilidad de ver un poco de fútbol creativo y anulando, en cierto sentido, la sensación de drama. La nómina más cara de México está fuera, aunque a su entrenador le parece corta. Por su parte, los también conocidos como Zorros están en una semifinal después de 17 años. Un paso a la vez. 

Fernando Cuevas

cinematices.wordpress.com

@cuevasdelagarza


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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