Empezamos el recorrido por algunos de los discos producidos hace medio siglo y que siguen girando en nuestras orejas. Un poco de jazz y vanguardia, para arrancar.
En Bitches Brew, Miles Davis lo volvió a hacer. Fusiones orgánicas y abstracciones propias de la vanguardia; free jazz con intensidades oblicuas, compartiendo cartel en ejecución y composición con equipo de avanzada; impulsivo e inmediatista, cual espesa espuma saturada de malta. Del gran trompetista Freddie Hubbard se deja escuchar Red Clay, una de sus cimas. Con el crucial apoyo de Henderson, Hancock, Carter y White, el de Indianápolis transita de un hard-bop al blues y de ahí a las vanguardias de los 60’s que abrieron el abanico jazzero.
La pianista y arpista Alice Coltrane entregó, acompañada de grandes colegas en base rítmica, sax tenor y flauta alto, Ptah, The El Daoud, consolidado opus 3 como solista: 4 cortes llenos de espiritualidad, exploración sincopada y solos en plena colusión; justo uno de los participantes fue Pharoah Sanders, quien presentó Deaf Dumb Blind (Summun Bukmun Umyun) con un saxofón que nos abre orejas y ojos en idioma doble, o triple. Charlie Haden alzó la voz con el antibélico Liberation Music Orchestra, incorporando música tradicional al jazz de vanguardia, siempre con el soporte de la pianista Carla Bley: sonidos para revisar la guerra civil española y apuntes sobre Vietnam.
Jackie McLean cerró una etapa con Demon’s Dance, combinando progresiones efervescentes con algunos sutiles pasajes que mantienen el baile en llamas; la impredecible batería de DeJohnette y la vigorosa trompeta de Shaw, impiden que la quietud se apodere de nosotros. Con cuatro cortes, Donald Byrd suena por momentos onírico en el futurista viaje de Electric Byrd, con ambientaciones que suenan extrañamente familiares, de alguna manera expresadas por el saxofonista británico Lol Coxhill en Ear of the Beholder y por el colega Stanley Turrentine en Sugar, espolvoreando un soul-blues por las deslizantes notas.
Herbie Mann entregó Muscle Shoals Nitty Gritty, muy buena opción para el inicio semanal con un fresco crossover jazzero impulsado por notas de soul y aderezado con pasajes funk y R&B. Seguimos el músculo del flautista de Brooklyn como si fuéramos un convencido cardumen. En burbujeante asociación, la trompeta de Thad Jones y la batería de Mel Lewis condujeron a su Big Band en Consummation, ejemplificando con fineza y efusividad las amplias posibilidades de esta formación, moviéndonos por la pista o bajando la intensidad de la luz.
Con una base de jazz-soul, el guitarrista Boogaloo Joe Jones se suelta en Right On Brother, planteando un frenesí funky en convivencia con parajes bluseros de largos espacios, siempre con un groove que se inserta por el sistema receptor, hermanando estilos; desde las cuerdas, el también guitarrista John McLaughin se elevó con Devotion, especie de plegaria que va de la fusión a la sicodelia para encontrarse con dragones y sirenas jugando a las canicas y, por no dejar, grabó también el brillante My Goal’s Beyond, con influjos de la India y todo un festín de pacífica fusión. La guitarra también sonó de la mano de Sonny Sharrock en Monkey-Pockie-Boo, su segundo disco cual hechizo acechante.
El Art Ensemble of Chicago compuso con aromas soul y su consecuente grado de innovación Les Stances a Sophie para el filme francés homónimo de Moshé Mizrahi, mientras que el saxofonista Jan Garbarek realizó un viaje inesperado de ritmos y colores difusos en Africa Pepperbird, su segundo álbum, primero para ECM y volviéndose pronto conocido en los circuitos del jazz europeo. Marion Brown y una notable compañía pergeñó Afternoon of a Georgia Faun, enclavado en el ámbito de la experimentación que colinda con el jazz de vanguardia.
Y en los terrenos de la liberación sonora sustentada en la fuerza de la inspiración del momento, Evan Parker, Derek Bailey y Han Bennink cartografiaron ecos y respiraciones vía The Topography of the Lungs; además, los dos primeros participaron en el impredecible y cautivante The Music Improvisation Company, buceando en la aleatoriedad auditiva. Algunos de los discos memorables en vivo fueron Living Black! de Charles Earland, Live at the Lighthouse de Lee Morgan, Montreux II de Bill Evans, At the Lighthouse del Joe Henderson Quintet y Live de los revivalistas World’s Greatest Jazz Band.