¿Soy solo yo o como que el primer sábado de boxeo tiene un sabor un poco más dulce?
Enfúndense los guantes y hagamos un poco de sparring, porque hay datos a los que vale la pena echarles un vistazo luego de dos semanas de boxeo en Las Vegas y ahora la Ciudad de México con una primera cartelera.
Al principio me costaba entender por qué la insistencia en hacer una función de boxeo cuando la situación sanitaria está tan fuerte, hasta que llegué al punto de los boxeadores. Está cañón depender de un sueldo pequeñito, pues algunos ganan mil pesos por round, y saber que durante tres meses no podrás hacer nada para llevar algo a la mesa, es difícil.
Por eso cuando arrancó el boxeo y comenzaron a presentar las funciones, vi con mucho gusto que en su mayoría eran boxeadores que van empezando –que son quienes normalmente tienen mayor complicación monetaria para seguir en busca de su sueño– los que daban forma al cartel.
Los promotores cumplieron con su parte de darles espacio para capitalizarse un poco, ahora es turno de estos chicos seguir abriendo puertas y aprovechar esta oportunidad que les da saber que los ansiosos fanáticos los podrán ver.
Cuando todo era normal y tenía una función en puerta, amaba ser la primera en llegar y sentarme a ver a aquellos peleadores de 4, 6 y 8 rounds, pues aunque para la gran mayoría del público eran intrascendentes, a mí me encantaban porque retratan lo que más amo del boxeo: la pasión.
Es raro que los chicos que se calzan unos guantes las primeras veces dejen algo en el tanque, a pesar de las carencias que trae la inexperiencia.
Ahora la televisión está retratando toda esa pasión, pues esos peleadores aterrizaron en carteleras que en condiciones normales sería complicado poder participar y le dan al fanático un ángulo diferente y mucho más nutrido.
Chicos, les recomiendo disfrutar de este momento que estamos viviendo, y aprovechen para conocer nuevos boxeadores y sus historias, verán que encontrarán nuevos personajes súper lindos para seguir.
¡Hasta el siguiente round!