Política

Prenda de honor

“Estamos en huelga, nosotros, los hombres de la mente. Estamos en huelga en contra de la auto inmolación. Estamos en huelga en contra de las recompensas no merecidas y obligaciones no recompensadas. Estamos en huelga en contra del dogma de que la búsqueda de la felicidad es maldad. Estamos en huelga en contra de la doctrina de que la vida es culpa”

Ayn Rand, La Rebelión de Atlas

Hace casi 60 años, Ayn Rand, escritora de origen ruso, nacionalizada estadounidense, escribía una obra de ciencia ficción donde presenta un país en decadencia total, resultado del intervencionismo del gobierno.

Leer este libro, movió fibras en mi interior que no puedo dejar de compartir, la normalización de situaciones donde el gobierno se ha convertido en tutor, interventor y más que socio, carcelero de quienes desean hacer negocio en un país.

Mas allá de la inquisición, se ha olvidado el discurso que constantemente señala como malvados a aquellos que ganan y tienen dinero, creo que es indispensable reconocer que para que una economía exista, debe haber bienes producidos y hombres capaces de producirlos.

El dinero, es un símbolo, energía que se genera en un intercambio de valor por valor, producto del esfuerzo, de las ideas y del pensamiento llevados a la práctica y convertidos en bienes valiosos.

Se está convirtiendo en una tendencia en muchos países el normalizar la crítica a la riqueza y generar discursos que la satanizan, esa crítica, no genera ni productos, ni valor, ni entusiasma ni fomenta el movimiento de la economía, pero satisface al envidioso y al mediocre.

La oscuridad se combate con luz, no con más oscuridad y tenemos la obligación como sociedad, de reconocer y premiar la productividad y la generación de riqueza.

México se encuentra en un momento histórico con gigantescas oportunidades ante lo que está sucediendo a nivel global, podemos aprovechar nuestra ubicación geográfica, nuestro bono demográfico y todos los recursos con los que cuenta nuestro país y para hacerlo productivo necesitamos a las mejores personas.

No podemos exigir a quienes son capaces de producir que además de los retos inherentes a ser empresario, resistan todo tipo de embates y señalamientos como los culpables de la situación por el hecho generar riqueza.

Intercambio de valor por valor, de la audacia, del entusiasmo, de la capacitación, educación, constancia y tenacidad que serán premiados con dinero y se traducirán en riqueza.

La apuesta de los gobiernos locales, estatales y municipales no puede ser la de apretar para ver hasta donde aguantan y luego cuestionarnos el porque la economía no crece, el PIB se estanca, la generación de empleos se vuelva complicada, etc.

Entre más burocracia y leyes se creen para regular, castigar e inculpar a quienes son capaces de producir, habrá menos inocentes y la culpabilidad será el común denominador entre aquellos que son aptos.

Los verdaderos maleantes son quienes tienen privilegios no merecidos o los saquean a quien produce justificándose en el discurso de que están preocupados por los menos afortunados.

Por supuesto que duele la pobreza, la desigualdad y el abuso de quienes se ven favorecidos por el sistema inmerecidamente, pero, más injusto es que se culpe a aquellos que tienen la capacidad y ganas de generar y ganar dinero.

Aplaudamos, reconozcamos, felicitemos y festejemos a quienes, a través del valor que generan, de su trabajo, de su inteligencia, disciplina y dedicación, obtienen una recompensa merecida, sabiendo que su ganancia es una prenda de honor.

Enrique Espinosa Olivar

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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