Política

Las ventanas rotas del Baby'O

“Yo acepto el caos, sin embargo, no estoy seguro de que el caos me acepte a mí”

Bob Dylan


Muchos pasamos por el Baby`O, bailamos, nos divertimos y seguramente tenemos grandes recuerdos del lugar y de lo que representó para nuestras historias, nuestras vidas y nuestros recuerdos de Acapulco.

Lo sucedido en aquel centro de entretenimiento no es asunto menor, por nuestras mentes pasan recuerdos e imágenes de juventud, bonanza y poder, un Acapulco pujante, próspero y divertido, pero, considero que lo ocurrido amerita una profunda reflexión.

Haciendo referencia a aquel experimento de psicología social realizado por el profesor de Stanford Phillip Zimbardo en los años 60´s. Ejercicio que consistía en abandonar un auto en el peligroso y pobre barrio del Bronx NY y otro idéntico en el rico y tranquilo Palo Alto California.

Mismos vehículos, en similares condiciones, a los pocos días, aquel que fuera abandonado en el Bronx estaba completamente desvalijado, el de Palo Alto, intacto. En ese momento, Zimbardo decidió intervenir y golpeó algunas partes del vehículo y rompió un cristal, a partir de que el vehículo se mostró en mal estado, se dio un fenómeno, pocos días después, el vehículo estaba igual que aquel desvalijado en el Bronx.

Lo que dice la teoría de las ventanas rotas es simple: “si en un edificio aparece una ventana rota y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de las ventanas acaban siendo destrozadas”.

Pues así pasa en Acapulco, quizá hemos escuchado notas rojas, algún amigo o el conocido de alguien ha sido víctima o testigo de algún delito o acto criminal que nos genera miedo o percepción de inseguridad, en muchos casos, dichas ventanas son del patio trasero de aquel edificio que está siendo vandalizado y no siempre se ven.

Hoy, estamos siendo testigos de un acto delictivo, de vandalismo, una agresión contra la historia de Acapulco, un referente de aquel destino turístico que tanto representa para el hermoso puerto y para nuestro México.

Algunos especulan que fue un acto intencional para cobrar un seguro, una venganza, un mensaje, un acto de vandalismo, etc. sin embargo, haya sido lo que haya sido, esa ventana de Acapulco no puede quedar rota ya que esa ventana, no estaba en el traspatio, sino en la fachada de la casa.

Es un deber de la autoridad esclarecer lo ocurrido y actuar en consecuencia para sancionar y reponer aquella ventana que se rompió y no solo eso, es un tema tan trascendente, que el gobierno tendría la obligación de responder, defender y demostrar que, si una ventana se rompe, será reparada, una, otra y otra vez y todas las que sean necesarias y que aquellos que se atrevan a volverlas a romper, serán castigados.

Me pregunto, ¿quienes serán los valientes empresarios que aun ante la falta de certeza, cambios poco claros en las leyes, incertidumbre, inseguridad, etc. vuelvan a hacer inversiones trascendentes en esa región?

Vuelve a nuestra memoria aquel puerto donde se podía trasnochar y ver el amanecer en la costera caminando con seguridad, con alegría y libertad. Pero la realidad es que lo que hoy tenemos es un destino que incluso ha dejado de recibir turismo extranjero y que pareciera que ahora quisiera apagar sus luces para todo aquel que ose retar al destino aventurándose a viajar a aquel hermoso pero peligroso puerto.


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Enrique Espinosa Olivar
  • Enrique Espinosa Olivar
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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