El movimiento absorbe. Ya contiene casi todo (en breve, se sumarán los hoy organismos autónomos y el PJF). Quedan pocos contrapesos. Por ello, la lucha comienza en el interior.
El coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López, arremetió en contra del coordinador de los diputados, Ricardo Monreal. Los hombres fuertes de la llamada “Cuatroté” protagonizaron el encontronazo.
En el Senado no les gustó el recorte presupuestal. “Rudeza innecesaria”, indicó Fernández Noroña.
Adán dio un paso más (es bravo para lanzarse, ya ven lo que sucedió cuando defendió a Miguel Ángel Yunes). En esta ocasión habló de “sospechas de corrupción o de connivencia” y de “negocitos añejos” en la Cámara alta durante la administración anterior. Ahí, donde Ricardo partía y repartía.
Este último respondió que eran “infundios y falsedades”.
En redes, se fueron manifestando de un lado y del otro:
“Nadie entendería más que en un contexto de perversidad la sarta de mentiras vertidas por Adán Augusto en su aparentemente inocente reporte al Senado sobre ciertas empresas que prestaron servicios a esa cámara el sexenio pasado”, escribió Patricia Armendáriz.
“‘No me ayudes, compadre’, se escucha desde San Lázaro”, le respondió Abraham Mendieta.
Así, más que el inicio de denuncias que deriven en investigaciones profundas y serias (para ello, primero que nada, necesitaríamos fiscalías realmente autónomas), las palabras de Adán Augusto suenan a: “primera llamada, primera”. Él, desde hace años, presiona, negocia, advierte y consigue.
El asunto no es menor. Ambos forman parte de la herencia obradorista. En la repartición, estas dos ex corcholatas de AMLO (que no del equipo de Claudia) quedaron al frente del Congreso. Son los operadores de la mayoría calificada que le permite al partido-gobierno hacer lo que desee.
La “primera llamada” amenaza con abrir una caja de Pandora llena de putrefacción.
Por ello, no tardaron las voces a favor de la unidad. Sobre todo, se escuchó la de Monreal: “Amor y paz… estoy seguro de que en este tipo de diferendos nadie gana, yo soy de los que piensa que todos perdemos”, declaró ayer.
¿Todos? Lo cierto es que, de tabasqueño a zacatecano, la bendición de Palenque no está en duda.
Aquí entre nos
Y en otro ring de la 4T, el impune y cobijado ex titular de Migración Francisco Garduño dijo que el padre Solalinde era el “pollero de Dios”.
