La jornada electoral del próximo domingo 18 de octubre representa un reto para las autoridades en materia de seguridad pública, al ser los agentes de la Policía Estatal y las corporaciones municipales el primer contacto ante denuncias, llamados, incidentes o conflictos que puedan surgir en las casillas y sus inmediaciones.
Hay que recordar lo que ha pasado en anteriores procesos donde luego de campañas en aparente paz social, todo mundo se desata y comienza la guerra desde muy temprano, incluso en los días de la aparente reflexión.
Ayer a la medianoche, todos muy puntuales dieron por suspendida la promoción de sus proyectos municipales como lo marca la ley, lo que no significa que vaya a ser un día de campo. Todo lo contrario.
En zonas alejadas a la capital o en las propias colonias con mucha pasión política, son los puntos donde inicia tradicionalmente la operación electoral para realizar triquiñuelas el día de la votación. Todos los partidos lo hacen.
Ante ello el despliegue es de resaltarse, ya que las autoridades de Hidalgo han estado a la altura de la situación como se pudo constatar el pasado 12 de octubre cuando se habló en una reunión privada en el C5i con los responsables de las áreas de seguridad, gobierno y elecciones, además participaron con los representantes de los 84 concejos municipales interinos.
Todos los candidatos de los partidos políticos se comprometieron a que no hubiera violencia en estos días previos y en el día de la votación, por lo que la coordinación quedó más que clara y lista para ponerse en marcha.
Por lo demás se auguran comicios en aparente calma pero con atención especial a zonas como Pachuca y Mineral de la Reforma, Tulancingo, Tula e Ixmiquilpan, así como en los pueblos de la Huasteca.
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