Este fin de semana el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses rindió cuentas en el PRI sobre su sexenio, los resultados de la pasada elección y como se dice, salió a dar la cara.
El mandatario fue directo, pidió tomar conciencia de lo ocurrido el 5 de junio, de la realidad política que ahora se vivirá en Hidalgo y llamó al compromiso de los tricolores para levantarse de la derrota.
Señaló que es desde las cabezas de cada región y municipio, los presidentes municipales de su partido, la militancia que sostiene a los cuadros y estructuras territoriales, de donde debe resurgir el que fuera el partido dominante en la entidad por más de 90 años.
Fayad adelantó que a partir del 6 de septiembre, cuando deje la gubernatura, se dedicará a ser un embajador del priismo hidalguense, con lo que se compromete a seguir presente en el estado por medio el trabajo al interior de su partido.
¿Cómo entender el mensaje de Fayad?, el mejor ex gobernador, lo ha dicho el propio mandatario, es aquel que no se mete, pero también no puede ser ajeno a lo que ocurre en política estatal. Fayad es un personaje que ha estado en oposición política buena parte de su carrera –los 12 años del PAN en Los Pinos- donde le tocó combatir desde frentes parlamentarios la defensa de leyes, posturas, las primeras coaliciones, elecciones en estados y en Hidalgo mantenerse como gobierno.
Ahora volverán los priistas a esa oposición que tanto les redituó en el pasado, pues no todo es estar arriba, también desde la otra trinchera se puede y debe hacer política y de eso saben mucho los militantes tricolores.
Omar Fayad fue dos veces diputado de oposición en San Lázaro. Es un activo del priismo nacional y estatal y parece que ha encontrado la ruta para seguir presente y activo dentro del panorama.
Eduardo González