Por cuarto año consecutivo las preseas que abastecen de agua al Sistema Cutzamala se encuentran en un estado crítico debido al bajo nivel en su almacenamiento. Las causas son muchas, pero nos abocaremos a dos:
La primera, la temporada de lluvias del 2022, a pesar de haber sido tan abundante, no alcanzó a mejorar los niveles de almacenamiento y a captar 6 pulgadas por segundo; apenas obtuvo cuatro, y para atender la demanda de agua Ciudad de México y zona metropolitana se requieren de 6 pulgadas.
Es decir, se succiona más de lo que recibe y eso hace que bajen los niveles de almacenamiento.
La segunda es la más preocupante y de la que no se ocupan las autoridades de los tres niveles de gobierno, a pesar de la crisis que se vive en cuanto a la captación de agua para las tres presas que suministran el sistema Cutzamala. Es el desvío de los escurrideros y causes de los ríos, que hacen propietarios de zonas residenciales para abastecer sus lagos artificiales.
De acuerdo con el monitoreo satelital que se hizo en 2022, se detectaron 275 lagos artificiales privados en Amanalco y Valle de Bravo, para cuyo abastecimiento desviaron los causes de los ríos y también se apoderaron de los escurrideros.
En el 2022 uno de esos lagos se desbordó y, por haber desviado los cauces de ríos y escurrideros, el percance generó severas afectaciones a caminos y viviendas de la zona, que se inundaron porque ese lago no tuvo la capacidad de retención de agua y las consecuencias se reflejaron.
Fue clausurado, pero fue uno de 275. El problema es que mientras tanto en el Valle de México, que incluye a la capital del país, se sufre del vital líquido igual que en el sureste mexiquense. Los propietarios de esos lagos privados retienen más de 2 millones de metros cúbicos, que le vendrían bien a la presa Miguel Alemán –laguna de Valle de Bavo-.
La crisis que se avecina para este año no será corta, sino prolongada si se toma en cuenta el monitoreo que realiza cada día la Comisión Nacional de Agua (Conagua) y la Comisión de Agua del Estado de México (CAEM), de los niveles de almacenamiento de las tres Presas que abastecen al Sistema Cutzamala.
Este indica que la Presa Miguel Alemán, (Laguna de Valle de Bravo), con fecha del 6 de marzo, se registra 52.68 % de su capacidad (y sigue a la baja); mientras que la Presa de El Bosque, con fecha del 6 de marzo, registra 52.04% de su capacidad (y bajando); en tanto que la Presa de Villa Victoria, registra el más bajo de su nivel, con tan solo 39.00% de su capacidad.
Es momento de que actúen las autoridades de los tres órdenes de gobierno, en cuanto a desaparecer los lagos artificiales privados y a mejorar la infraestructura, pues la sequía advierte una crisis de abastecimiento mayor que la que se vivió el año pasado en Valle de Bravo y en Ciudad de México y zona metropolitana.
¿Actuarán?
Ya veremos.
Eduardo Garduño Campa