La toma de protesta de Michelle Núñez Ponce, como alcaldesa de Valle de Bravo el pasado miércoles, se distinguió por dos razones: La asistencia de ciertos personajes de peso completo en las filas de MORENA, como el dirigente nacional de ese partido Mario Delgado y de Horacio Duarte, jefe del grupo político al que pertenece la edil vallesana. Pero también se notaron ausencias como la del senador Higinio Martínez Miranda, líder real de ese partido en la entidad, así como de líderes sociales morenistas de la región.
Horacio Duarte, director de aduanas del gobierno federal y que apostó por segunda ocasión por la candidatura de Michelle a la presidencia municipal de Valle de Bravo, se deslizaba como pez en el agua en la parte frontal del auditorio donde se desarrolló el evento. Pues su alfil estaba ya en el poder. Esperaron tres años, pero se consiguió el objetivo.
De hecho, el funcionario federal, oriundo de Texcoco fue tan solicitado como la propia alcaldesa Michelle Núñez por muchos de los asistentes que pedían tomarse la foto, pues no lo descartan como posible candidato de MORENA a la gubernatura del Estado de México en el2023.
Mario Delgado, dirigente nacional, también fue solicitado para la foto pero en menor cantidad de solicitudes además la actitud del dirigente nacional morenista, un tanto escurridiza y solo accedía a algunas peticiones y no a todas, un comportamiento muy excluyente comentaron los moresnistas que fueron ignorados por Delgado para la foto.
En declaraciones a la prensa Mario Delgado, sostuvo que el sur de la entidad se convertirá en el leal representante de la Cuarta Transformación. Valle de Bravo, es el ejemplo claro de que así será, por lo que representa política y socialmente. Un Municipio rico pero con muchos contrastes y marcadas diferencias sociales.
Y obvio que Horacio Duarte, ya considera a Valle de Bravo, como el bastión más importante de MORENA en el sur de la entidad, y por consiguiente la cede desde donde va a operar con el respaldo de su pupila, con miras a las internas morenistas del 2023 para la gubernatura del Estado de México.
Duarte Olivares, jugó bien su carta en Valle de Bravo, y le resultó en esta ocasión, en el2018, tuvo que ceder y aceptar que fueron superados por el candidato del PRI en esa ocasión, pero en este 2021, no podía dejarlo y metió toda la carne al asador, pues una derrota en las intermedias por segunda ocasión con la misma candidata le restaría mucho a sus aspiraciones para abanderar a MORENA como candidato al gobierno mexiquense.
Y le resultó, ahora tiene en Valle de Bravo su bastión para trabajar y operar con el grupo que encabeza.
Aún cuando Duarte pertenece al grupo de Higinio Martínez Miranda, y que ha logrado su ascenso a la sombra del senador texcocano, a la hora de las decisiones, pues tendra que decidir entre la disciplina o irse por la libre y buscar el respaldo para ganarle a su jefe político la partida por la candidatura.
Valle de Bravo, no es el fiel de la balanza, no se equipara a la sede Texcoco, pero si se puede ser un contrapeso por lo que significa políticamente este municipio a nivel nacional.
Veremos cómo aprovecha este bastión Duarte a su favor o lo pone al servicio de su jefe político.
Eduardo Garduño Campa