Que en San Pedro Cholula, la Secretaría de Seguridad Ciudadana puso en marcha el programa “Buzón Rojo” en la escuela Águilas de Anáhuac, para prevenir el consumo de drogas y otros delitos dentro de la comunidad estudiantil. Con este ejercicio anónimo, los alumnos pueden denunciar casos de bullying, acoso y comercialización de sustancias ilícitas, mientras los maestros reciben capacitación en protocolos de atención. Ojalá que su vecina, la panista Guadalupe Cuautle, copie el modelo para crear entornos escolares más seguros, porque los casos más delicados el año pasado, ocurrieron en territorio sanandreseño.
Que el presidente de la Comisión de Desarrollo Económico y Turismo del municipio de Puebla, Carlos Montiel, prendió las alarmas sobre el impacto de la inseguridad en la economía local. Según el regidor, los recientes hechos delictivos están espantando tanto a inversionistas como a turistas, quienes no se sienten seguros para recorrer la capital. Lo raro es que el yunquista-riverista-dominguista-panista, no se dio cuenta que la inseguridad no surgió apenas, sino desde hace tres años, cuando sus correligionarios dejaron que la delincuencia penetrara la capital.
Que por cierto, en la capital la calma se mantuvo tras el sismo de 6.1 grados que tuvo como epicentro Coalcomán, Michoacán, durante la madrugada del domingo. Si bien se activaron los protocolos de supervisión en hospitales y edificios públicos y el reporte fue de saldo blanco, vale la pena cuestionar por qué no se activaron las alertas sísmicas que previnieran a la población para ponerse a salvo. Y es que no se entiende porqué cada “siempre” se habla de inversión para la prevención, y cuando ocurren las contingencias nomás nada funciona.
Que en Tlaxcala, los transportistas tendrán hasta el 30 de abril para aprovechar descuentos de hasta 70% en el pago del refrendo por la concesión y otros adeudos de años anteriores. Este programa surge tras un acuerdo con el gobierno estatal, buscando mantener tarifas accesibles y descuentos para estudiantes y adultos mayores. Una medida que, sin duda, alivia los bolsillos de los trabajadores del volante.