Que la llegada del nuevo embajador de Estados Unidos a México, Ken Salazar, tiene en el vilo a más de uno. La comunidad estadounidense que vive en el país es la que espera su llegada con más ansias, se siente estancada. Comentan que a la espera de que el Senado apruebe su nombramiento, burocráticamente nada se mueve hasta su arribo, ni políticamente, ni económicamente. A pesar de que el Encargado de Negocios, John Creamer, ha hecho un excelente trabajo. La luz parece al final del túnel parece acercarse, todo apunta que Salazar, llegará con sus maletas, a más tardar, en octubre. Ya lo esperan.
Que en Quintana Roo los habitantes del Caribe mexicano se han acostumbrado a lo que han comenzado a llamar cómo “semáforo sandía” donde se aplica el color rojo para los ciudadanos y verde para los turistas. Prueba de ello, es que esta semana comenzaron las primeras detenciones para quienes no porten el cubrebocas en las colonias y regiones mientras que los turistas pueden andar sin medidas sanitarias, incluso por tercera ocasión se reportó un contagio masivo entre estudiantes visitantes; primero fueron los argentinos en su fiesta de graduación, luego los poblanos y ahora un nuevo caso de estudiantes bolivianos infectados en un hotel de la Riviera Maya…
Que la llegada de Zoé Robledo a Chiapas preocupó a varios en el Partido Verde porque fue enviado por el mismísimo presidente y ya metió ruido a la política local, donde se veía a Eduardo Ramírez, el Jaguar Negro, actual presidente de la Mesa Directiva del Senado con las cartas para ser el candidato en el relevo del gobernador Rutilio Escandón...
Que hablando de Chiapas, cada vez son más las organizaciones no gubernamentales que alertan sobre la combinación de diversos factores que han derivado en la violencia inédita de los últimos días en Pantelhó, pues además de la pobreza y de la pugna entre grupos indígenas hoy la actividad del crimen organizado y hasta autodefensas, son un ingrediente a considerar para que el Estado resuelva ese conflicto…
