Que ante el incendio en la Sierra de Zapalinamé la Universidad Autónoma de Coahuila emitió una alerta para donar alimentos a las brigadas que lo combaten. Están solicitando alimentos enlatados como atún y sardinas, galletas saladas, agua y bebidas hidratantes. Ante la pandemia por el coronavirus covid-19 los recursos públicos escasean y ante esta otra contingencia los “lobos” de la UA de C apelan a la bondad y empatía de los coahuilenses. Reciben los donativos en la Unidad Saltillo.
QUE la diputada Gabriela Hernández López, hija del ex gobernador de Durango Ismael Hernández Deras, cometió un error al proporcionar el nombre de una víctima de covid-19, en su twitter y tratar de dar aliento a los familiares de la misma. Como se sabe ante las reacciones adversas de ciudadanos que con temor agreden a personal sanitario y pacientes que tienen este mal las autoridades prohibieron el aportar datos personales. Si bien Hernández López tuvo un gesto de solidaridad puso en riesgo a la familia de la víctima. Más tarde borró el comentario de Twitter.
QUE cada administración debe contar con un “apaga fuegos”. Ese personaje habilidoso que materializa los proyectos y resuelve los conflictos. En el ayuntamiento de Durango parece que es lo que falta. Los comerciantes formales han presionado a los diferentes niveles de gobierno para obtener créditos para paliar los estragos de la Jornada Nacional de Sana Distancia.
Los locatarios del Ex cuartel, en Durango no perdonan que los apoyos se los hayan entregado a Arturo Batrez, supuesto líder moral de los vendedores. Es cuando hace falta un personaje que conozca la historia local y sus protagonistas para elegir una buena estrategia.
Los emprendedores duranguenses perdieron 22 días de venta por esperar ayuda. Ahora, en la fase más crítica de la pandemia por covid-19 abren sus negocios. Es mal augurio. Los asesores nunca brincarán del dicho al hecho.
