Que por atender asuntos propios de su organización sindical, el regidor José Manuel Riveroll volvió a ausentarse ayer de una sesión de Cabildo. Es decir, le cuentan dos inasistencias en apenas ocho días, lo que ya de plano tiene molesto al alcalde, Román Alberto Cepeda, quien ya le había advertido que debía cumplir su responsabilidad como integrante del Cabildo. Una falta más y podrían llamar a su suplente.
Que los notarios públicos no tardan en oficializar sus quejas ante el alcalde, Román Alberto Cepeda, en contra del titular del Catastro Municipal, Ignacio Emmanuel Elizondo, quien estaría atendiendo y resolviendo con gran rapidez los asuntos propios de un ex presidente del Colegio de Notarios, mientras que a los demás notarios les da largas y más largas. Cepeda González podría aplicar aquello de que sus colaboradores tienen toda su confianza, pero que la evaluación es diaria.
Que si el gobernador, Miguel Riquelme, aparece en segundo lugar entre los mandatarios mejor evaluados en el país, la misma encuestadora ubica al alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda, en el décimo sitio. El edil tomó las cosas con calma ayer y dijo que simplemente está dedicado a su trabajo. Es muy pronto para calificar la labor de Cepeda González, pero algo ha de estar haciendo bien para recibir esa positiva calificación.
Que finalmente dio señales de vida el PAN Coahuila al denunciar ante el INE el proselitismo de Morena a favor de la Revocación de Mandato de AMLO, pese a la clara prohibición de hacerlo.
Que hasta los integrantes de la dirigencia estatal a cargo de Elisa Maldonado señalan desvío de recursos públicos durante campaña de AMLO, refiriéndose al secretario de Gobernación Adán Augusto López que muy campante llegó a Torreón a bordo de un avión de la Guardia Nacional y luego se fue a Sonora con el mismo fin de promoción y con el comandante Luis Rodríguez Bucio a un lado.
Que además la lectura preocupante es que mandos militares participen abiertamente en actividades políticas a favor de Morena.
