Que sin importar el asueto de Semana Santa, la gobernadora mexiquense Delfina Gómez ha estado al pie de cañón para atender la compleja problemática de los incendios forestales que han asolado a la entidad y supervisó personalmente las acciones para atender los siniestros que se multiplican en lugares como Santa María Mazatla, en Jilotzingo, así como en Chalmita y en San Juan Atzingo, Ocuilan.
Acompañada del secretario general de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, ordenó la instalación de cinco mesas regionales en Amecameca, Coatepec Harinas, Temoaya, Valle de Bravo y Lerma, donde se ubican algunos de los principales núcleos boscosos del Estado de México, para monitorear y combatir los siniestros.
Que para la agenda pública fue una semana totalmente opacada por las clásicas celebraciones religiosas de la Pasión de Cristo, en donde la devoción se manifestó en las numerosas representaciones del sacrificio divino, que volvieron a hacer acto de presencia hasta en lugares sui géneris, como en el penal de Ixtlahuaca, en donde los internos participaron en un gran trabajo teatral.
Que por cierto, ante la escasez de agua y el estiaje agudo que ha padecido el territorio mexiquense, en los distintos municipios se alertó sobre las multas de hasta 10 mil pesos a quien desperdicie el líquido vital hoy sábado de gloria, pues el líquido ha hecho falta en numerosas demarcaciones.
Que se prolonga el impasse electoral en el Estado de México, luego de que las alianzas y partidos no han destapado a los contendientes a las 125 presidencias municipales en juego y el Congreso local, con lo cual la única campaña que ha permeado sigue siendo la presidencial.
Lo cierto es que parecen estar muy peleadas algunas alcaldías con estrella, como la de Toluca en la que suenan varios nombres de Morena, pero la dirigencia nacional no ha dado color sobre los resultados de las famosas encuestas, sino puras largas, mientras la inquietud crece.
