Que fue la comidilla de la semana el debate de las candidatas a la gubernatura del Estado de México, porque la coalición de “Juntos haremos historia” intentó posponer el primero de los dos acordados por el Instituto Electoral del Estado de México por lo que, dijeron, eran problemas de agenda, a pesar de que habían sido consensuados previamente, pero finalmente dieron marcha atrás.
Que finalmente, después de un silencio de su abanderada que aprovecharon el coordinador de campa de la 4T, Horacio Duarte, y el senador y delegado especial del partido, Higinio Martínez, para dejar en claro que no había ningún temor a la confrontación de ideas, la propia Delfina Gómez fue tajante al señalar que “soy disciplinada y sé también cumplir, claro que vamos al debate, no hay ningún problema, y ya sé que vamos a ganar”.
Que por su parte, la candidata de “Vamos por el Estado de México”, Alejandra del Moral , dijo que “con respeto, con educación, con altura de miras y con amor a la tierra mexiquense y sin descalificación”, ganará el debate organizado por el Instituto Electoral, que será determinante en sus aspiraciones sabedora de que va abajo en las encuestas. Lo relevante en dado caso es que el susodicho debate está cobrando cada día mayor interés por lo enconado de las posiciones políticas.
Que mucho se ha hablado de las dudosas tácticas de ambos equipos contendientes por la gubernatura, y como para que se note que el corte viene de la misma tijera, algunos usuarios de Facebook y Twitter exhibieron recientemente a Morena por supuestamente ofrecer dádivas a cambio de votos.
Según los mensajes circulando en redes, se habrían estado entregando kilos de tortilla envueltos en papel con la imagen impresa de su candidata... una práctica similar a la presuntamente utilizada por la candidata del PRI, Alejandra Del Moral, de lo que tanto se quejaron.