Que la disputa interna por la designación de candidato a gobernador por Morena continúa en la élite de su clase política; aseguran que la lucha continúa por la designación de una casa encuestadora externa sea quien defina el último y crucial ejercicio que se realizará en próximos días. El problema es que, a pesar de la seriedad de algunas empresas de esta índole, los grupos morenistas alegan que no confían en ninguna de ellas por lo que la dirigencia nacional deberá ser cuidadosa en la elección o tendrá un choque de trenes al interior de la plaza mexiquense. ¿Será?
Por lo pronto es notorio el avance en las preferencias de los simpatizantes de la 4T a favor de que uno u otro de los texcocanos postulados aparezca en la boleta como por ejemplo al Senador Higinio Martínez quien cuenta con el respaldo de Maurilio Hernández así como de Horacio Duarte y su bastión en el sur estatal.
Que del PRD, por su cuenta, continúa en la polémica legal por el posible regreso de Cristian Campuzano al frente del partido, tal y como lo ordenó la sala Toluca del Tribunal Electoral Federal; por lo pronto Agustín Barrera, quien le sucedió, ha dejado de aparecer en eventos públicos del partido con la intención de no contaminar el proceso jurídico del cual eventualmente deberá tener fin.
Lo cierto es que con la decisión del Tribunal, tanto al PRI como al PAN le beneficiaría la llegada de Campuzano, pues fue él quien impulsó la alianza que se concretó la ocasión pasada, a pesar de traerle serios dolores de cabeza al Sol Azteca.
Que como era previsible, comenzó la guerra de lodo y vaya usted a saber qué tan intensa se puede tornar. De entrada, ante la “acusación” contra el panista Enrique Vargas del Villar por tener un departamento en Miami, la respuesta del líder legislativo dejó frío al “acusador” morenista Faustino de la Cruz: algo así como “todo es legal y público; la información está a la mano de quien la requiera. Mejor que aclaren lo de la Casa Gris”. Se le acabó la pólvora a don Faustino.
