¿Qué tanto es tantito? Después de que en otras entidades del país hubiera verdaderos conflictos en los centros de votación para elegir a los consejeros distritales de Morena, los tres o cuatro incidentes ocurridos en Jalisco parecen ser poca cosa. Lo cierto es que, sin hacer mucho ruido, hubo buena participación de militantes del partido de la 4T en la votación de ayer, y aunque falta conocerlos, los números finales pueden ser un buen reflejo de la capacidad de movilización de ese instituto político en la entidad. Se espera que a mediodía de este lunes ya sepamos a ciencia cierta cuántos participaron. Lo curioso fue ver la disputa mediática entre Carlos Lomelí y Favio Castellanos para informar sobre la jornada morenista.
Aprovechando que en la Universidad de Guadalajara andan de vacaciones, el gobernador Enrique Alfaro anunció ayer inversión para construir en Tomatlán un plantel del Instituto Tecnológico Mario Molina, el cual ofrecerá cinco carreras universitarias aún por definir, y podrá albergar inicialmente a 600 alumnos, con posibilidad de incrementarse hasta mil estudiantes. Por lo pronto ya hay 40 millones de pesos para iniciar las obras. Con ese campus, dijo el mandatario estatal, se evitará que jóvenes deban dejar sus hogares para estudiar. Eso sí: Alfaro aclaró que los recursos ya estaban etiquetados, pero es seguro que más de uno en la UdeG no recibe la noticia con mucho agrado.
El futbol del Atlas en este torneo no está para presumirse, pero de todas formas el equipo rojinegro estará esta semana en la mira no únicamente de los aficionados, sino que también de las autoridades, pues el jueves vendrá al Estadio Jalisco el club Gallos de Querétaro, ciudad en la que el torneo pasado hubo tremendo zafarrancho entre barristas, y del cual los aficionados zorros recibieron la peor parte. No se contempla la visita de la porra de los queretanos, pero las autoridades tienen el partido como de riesgo, y seguramente hoy, o mañana, habrá reuniones con la directiva para extender las medidas necesarias para evitar cualquier suceso desagradable el día del partido, situación que definitivamente nadie desea que ocurra.