Fin. No más. Un lunes de festejos por el campeonato del Atlas, y una mañana de duelo por don Vicente Fernández, habrán cerrado un fin de semana atípico en la Zona Metropolitana de Guadalajara. A partir de hoy habría que retornar a la normalidad, aunque por la cercanía de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, todo promete tener un ritmo lento desde hoy y hasta que termine 2021. Los más activos son los alcaldes, y un poco en las sombras el secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra, quien fuera de reflectores es prácticamente el gobernador en funciones, aunque Enrique Alfaro no ha cedido a la tentación de mandar cada día dos o tres mensajes por redes sociales. Un ojo al gato, y otro al garabato, pues.
Semana de eventos conmemorativos del exgobernador Aristóteles Sandoval, asesinado el 18 de diciembre del año pasado. Tanto el Ayuntamiento de Guadalajara, como el PRI Jalisco, tendrán de manera separada una actividad en memoria del exalcalde y político. El próximo sábado, justo en el primer aniversario del crimen, la familia de Sandoval lo recordará con un memorial para mantener “viva su memoria, recordando el legado que dejó para Guadalajara y Jalisco”, según reza una de las invitaciones que hay para la ceremonia.
Metido en cosas de futurismo (Pablo Lemus predijo el triunfo del Atlas) y de la tecnología, el Ayuntamiento de Guadalajara presentará hoy una aplicación para teléfonos celulares llamada Parkicentro. Este instrumento, que fue desarrollado por el Patronato del Centro Histórico, Barrios y Zonas Tradicionales de Guadalajara, pretende que los automovilistas conozcan la disponibilidad de cajones de estacionamiento en los diferentes aparcaderos de la ciudad, puedan reservar un lugar, y pagar el tiempo utilizado desde la aplicación. La app podría incluir y mostrar, según se lee en su sitio web, publicidad, lo que uno presume será parte de los ingresos. La tecnología, entonces, puede ayudar a mejorar la vialidad en la zona. Ayudaría mucho, además, mejorar el transporte público hacia el primer cuadro de la capital. Pero esa es otra historia.