Nadie pensó que fuera a ser fácil la despenalización del aborto. Una sociedad arraigada en el catolicismo y una clase política más interesada en las próximas elecciones que en la ciudadanía han minado el camino para garantizar los derechos de las mujeres, pero el 7 de septiembre de 2021 marcó un antes y un después en la lucha del pañuelo verde con la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hace catorce años se legalizó la interrupción del embarazo en la Ciudad de México y solamente cuatro entidades del país han hecho lo mismo: Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, y recién Coahuila. En otros estados, se permite bajo ciertas causales, como violación o que se encuentre en riesgo la vida de la madre, es decir, cuando las mujeres están en una posición de víctima, no se les reconoce como individuas capaces de elegir.
La declaración de inconstitucionalidad a la penalización del aborto es histórica. Finalmente pesó más proteger la integridad y los derechos humanos, y se dio un gigantesco paso en la lucha por la igualdad.
Queda atrás ese paternalismo del Estado al querer “protegernos de nosotras mismas” y castigarnos por no “cumplir” con la “tarea” de ser madre, no importa si queremos, podemos o nos cuesta la vida.
“Estoy en contra de estigmatizar a quienes toman esta decisión que, me parece, si ya de por sí es difícil y dura por la carga moral, social, no debería serlo más por la fuerza del derecho. Nadie se embaraza en ejercicio de su autonomía para después abortar”, expresó acertadamente la ministra María Ríos-Farjat durante su intervención.
El aborto legal, seguro y gratuito es parte de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, por lo tanto, debe garantizarse y no castigarse; así, cualquiera, sin importar su condición económica o social, puede someterse al procedimiento sin temor a perder la libertad o morir.
Todavía faltan espacios por conquistar y nos va a tomar un tiempo para que sea una realidad en todo el país; pero en Jalisco ya tenemos la mesa puesta, ya hay quien promueva, viene una Legislatura con mayoría femenina y la SCJN nos allanó el camino, ¿Qué más quieren? Que nos inunde la marea verde.
Dora Raquel Núñez
@darianzx
