La pandemia devora todos los temas públicos, pero como cada aniversario del asesinato de Luis Donaldo Colosio, en este surgieron expertos de ocasión sobre el crimen. Están los que mitifican su figura y los que minimizan su relevancia, o los que defienden la investigación oficial y los que idean teorías de complot. Tras documentar el caso, no considero a nadie más autorizado para sintetizar esa zozobra que su hijo —un abogado ahora diputado sobresaliente en Nuevo León— Luis Donaldo Colosio Riojas.
—Tras cinco investigaciones, prevalece la percepción de impunidad...
—La investigación del caso Colosio tuvo muchas etapas, cambió de muchas manos, tuvo demasiadas inconsistencias, fue una investigación más manoseada que un barandal del Metro. Naturalmente se quedó en temas inconclusos: la fortaleza de nuestras instituciones una vez más quedó a deber y millones de mexicanos nos quedamos especulando, lo cual es muy peligroso…
—Abundan teorías…
—Ahora resulta que todo mundo sabe quién fue. Eso es peligroso, porque hacemos suposiciones con un tema bastante fuerte. Y esas suposiciones, en general, no abonan nada productivo al sano desarrollo del estado de derecho de un país, porque condenas al descrédito público a alguien que pudiera ser inocente o que pudiera ser culpable, pero esa inocencia o culpabilidad se debe de determinar a través de un proceso de ley, por un tribunal competente. Y ese entonces, nos faltó un poquito más de competencia.
—¿Qué piensas de la versión oficial?
—La versión oficial contra la versión vox populi, son muy distintas. Además hay muchas versiones populares, pero teniendo tantos recursos y expertos, esto te habla de la falta de confianza que la gente de México tiene en la Procuraduría, porque incluso, si la versión oficial fuese cierta, el hecho de que nadie te la crea habla mucho de tu desempeño como institución.
—¿Cuáles versiones populares resaltarías?
—No me gusta hacer suposiciones ni sugerir nada.
—Una señala al presidente Salinas…
—Esa versión se me hace poco probable; sin embargo, también se me hace muy poco probable que la oficial sea la cierta. Todo realmente sí apunta a que fue un tema más institucional, por decirlo de cierta forma, hacia el interior: algún colaborador, no sabemos…
…La verdad de las cosas, quizás nunca lo sepamos.