Hay dolores que son muy difíciles de nombrar. Hay noches, como la del 30 de septiembre de 2016, que parten la vida en dos.
Esa noche, Kenya Cuevas vio cómo asesinaban a su amiga Paola. Vio también cómo el sistema hacía lo que regularmente hace cuando las víctimas son trans: nada.
Esa herida se convirtió en un movimiento, en una red de refugios, en leyes, en memoria. ¿Cómo se pasa del dolor personal a mover engranajes institucionales?
“No llegó la justicia; la construimos”, dijo Kenya. Esa frase no es un eslogan, es un itinerario de vida.
En 2018 fundó la Asociación Civil Casa de las Muñecas Tiresias, y un año después, el primer albergue permanente para mujeres trans en México, la Casa Hogar Paola Buenrostro.
Nombrarla era el primer acto de justicia.
Cada año, unas 80 mujeres trans escapan de la violencia, de la calle, de la cárcel o de redes de trata y encuentran ahí algo que el Estado rara vez les garantiza: dignidad.
El programa integral acompaña a cada mujer en cinco etapas: alimentación, salud, identidad legal, educación y empleo.
Nuevas casas refugio llevan los nombres de otras compañeras asesinadas. Lo que empezó como un grito de duelo se ha vuelto un abrazo, un proceso para recuperar la vida.
Nombrar después de la muerte. En 2023, creó el primer mausoleo para mujeres trans en México.
Un lugar para que quienes murieron como “NN” descansen con nombre y con historia. Porque no hay justicia sin memoria, ni memoria sin duelo digno.
Sacudir las estructuras. En 2019, la Comisión de Derechos Humanos emitió una recomendación por el caso de Paola. En 2022, se logró la primera sentencia con perspectiva trans.
Y este mismo año, 2024, el Congreso capitalino aprobó la “Ley Paola Buenrostro”, que por fin tipifica el transfeminicidio.
A veces las leyes nacen del grito de una amiga que no olvida. A veces surgen del acto de amor de una mujer trans que, atravesando el duelo, se convierte en arquitecta de refugios, activista legal, cuidadora de memorias.
El dolor no siempre se queda en el cuerpo, a veces se vuelve proyecto, a veces se vuelve ley.
Cuando la justicia no llega, hay quienes aprenden a construirla.
IG @davidperezglobal