Anoche comenzó en la Angelópolis la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol, con un duelo que está llamado a convertirse en todo un clásico: Diablos Rojos del México contra Pericos del Puebla. Respetando la tradición de la máxima rivalidad de la pelota azteca, la otrora “Guerra Civil” entre el México y los Tigres, el encontronazo de los “emplumados” y los “pingos” tiene todos los atributos para consolidarse como el “clásico moderno” de este deporte.
Los Pericos reclaman un lugar dentro de los grandes del beisbol mexicano. Sus dos campeonatos en los últimos siete años, los colocan a la par de otros protagonistas como los Leones de Yucatán o los Toros de Tijuana, que también han levantado en un par de ocasiones en ese lapso, el trofeo de campeón. Además, la cercanía con la capital, les permite a los aficionados del México y del Puebla, trasladarse al campo del rival en cada compromiso entre ambos. En el estadio Alfredo Harp, cada vez es más común encontrar playeras verdes de los Pericos, y en el Hermanos Serdán, lo que era una manchita roja, se ha tornado en una auténtica marabunta que invade el nido verde.
Con la mudanza de los Tigres a Quintana Roo, se perdió la esencia de la garra felina y por añadidura, de la gran pasión en la capital. Esa batalla que pintaba de azul todo el lado izquierdo del Parque del Seguro Social, ya sólo vive en nuestro recuerdo. La ciudad de México da sin ningún problema para dos equipos, sería ideal que los Tigres regresaran a la querencia y pudieran retomar esa enorme rivalidad, digna del clásico de clásicos del beisbol en nuestro país. Hasta entonces, el México y los Tigres tendrán que encontrar sus nuevas hostilidades.
Otro encuentro que alcanzó tintes de clásico en algún momento, fue el México ante Monterrey. Cada serie entre los Diablos y los Sultanes, se tornó en los noventa en un mano a mano entre las dos ciudades y todo lo que las rodea. Mediáticamente es un choque que también puede ser explotado, el hándicap para esta rivalidad es la distancia y las pocas ocasiones que se han encontrado en la postemporada durante los últimos años. Después de aquellas finales memorables de los noventa, los Fantasmas Grises ven más como un clásico el enfrentamiento con los Saraperos de Saltillo. Volvemos al tópico inicial: el orgullo regional.
Es por ello que en torno al Diablos – Pericos, se puede construir una confrontación que nutra de pasión al Rey de los deportes en México. La liga parece haberlo entendido, programando de inicio la primera serie entre estos dos equipos, con un compromiso que comenzó anoche, continúa hoy y tendrá su desenlace mañana.
Todavía está fresco el recuerdo de los playoffs de 2023, cuando ante toda sorpresa, los poblanos echaron en seis juegos a los Diablos Rojos, que para esta campaña van junto a otros 18 equipos en pos del trono de Puebla, actual monarca del circuito.