Deportes

Equipos purasangre

Quienes disfrutamos del añejamiento y la denominación, aún paladeamos a los equipos de futbol que van contra molinos de viento y se la juegan con los suyos. Clubes como el Athletic de Bilbao, en España, o el Guadalajara, en México, son un ejemplo del último reducto tradicionalista en el balompié.

Pero en aras de proteger su esencia, estos equipos renuncian involuntariamente al primer plano competitivo, al menos de forma constante. En España, el Athletic vive un momento espléndido, está en puestos de Liga de Campeones, lugares que cada día son más excepcionales para los ‘Leones de San Mamés’.

En México ocurre algo similar con las Chivas. El equipo más popular gana un campeonato cada década y se ha ido rezagando, no sólo con respecto a su acérrimo rival, el América, sino a todas las potencias de la liga.

La llegada de Cade Cowell al ‘Rebaño Sagrado’, lleva al límite la tradición que es la esencia misma del Deportivo Guadalajara. Las Chivas con extranjeros, dejarían de ser las Chivas, sería terminar con la leyenda.

Intrincado tema pero Amaury Vergara lo ha entendido muy bien: el Guadalajara tiene que echar mano de todo el universo de jugadores que hayan nacido mexicanos, ya sean nativos o descendientes de tercera generación. No extranjeros o extranjeros naturalizados para falsear la investidura como lo hace la selección.

De la misma forma que el Athletic Club recurre a jugadores vascos, sin importar si nacieron o no en territorio español, el Guadalajara tiene que explotar todo el mercado, particularmente el de los mexicoamericanos.

Quizá los más fundamentalistas de estas tradiciones quisiéramos una identidad cien por ciento local, sin tener que recurrir a ningún jugador que puede generar ambigüedad respecto a los códigos del club, empero, eso ya es imposible en el futbol actual.

Añorada y utópica fue la época del campeonísimo, donde todos los futbolistas de las Chivas Rayadas eran de Jalisco. De hecho, cuando el Guadalajara viene a la baja, por allá de la década de los setentas, algunos atribuyen a la mala relación entre los jugadores tapatíos y chilangos, el comienzo de la debacle.

A pesar de la aciaga etapa que vive el futbol mexicano en materia de producción de jugadores, el Guadalajara se las ingenió para tener un 2023 productivo si a los números nos remitimos. Las Chivas calificaron de manera directa a los cuartos de final en los dos torneos del año calendario, llegando hasta la final en el primero.

Sin embargo, la manera cómo se perdió la final, y el título que conquistó el América en diciembre, hacen ver como muy poco lo realizado. Por eso el chiverío necesitaba del golpe anímico y mediático que significa para la mitad más uno, el regreso de Javier Hernández.

Tierra para sembrar tiene el Guadalajara, pero el arado es una labor titánica y de paciencia si se quiere recuperar el protagonismo.


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David Badillo
  • David Badillo
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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