No hay fecha que no se cumpla y este 7 de abril tendremos nuestro primer debate presidencial, dos mujeres y un hombre están desde hoy velando sus armas para entrar en combate en punto de las ocho de la noche, horario estelar de domingo.
La intención de este primer momento es hablar sobre los temas de salud, educación, transparencia, discriminación, violencia contra mujeres y el combate a la corrupción, en el deber ser cada uno de los tres presidenciables, pondrá en la mesa sus postura en estos temas y a partir de ahí se arrancará la argumentación y seguramente el ataque, no solo entre ellos como candidatos representantes de su partido, sino seguro también y espero equivocarme, contra la persona en sí.
Triste será ver cómo las denostaciones empezarán, creo yo, de los contrincantes a Claudia, la agresión será hacia lo hecho por Morena en este sexenio, para golpear a López Obrador, la candidata del partido en el poder veremos cómo responde, pero de que le pegarán, seguro así será.
Así que para este fin de semana tendremos dos horas de careo interesante, bueno si la cosa se pone aburrida y no genera interés en las masas, el rating se les podría venir abajo; ya el lunes se hará el recuento de los daños y se determinará quien resultó ganadora o ganador, obvio es que terminando los tres aspirantes dirán que ellos fueron, a menos que algo catastrófico pase.
Y esto es probable sobre todo con la que viene por México Unido, cuentan las malas lenguas que es bien mecha corta y luego, luego suelta su lenguaje florido, ahí tiene a su angelito que lo balconearon hasta el cansancio en redes sociales porque harto alcoholizado saco el cobre que lleva dentro, atacando a gente de servicio e incluso a un grupo de mujeres, y como dicen por ahí: “de tal palo, tal astilla”.
Espero que existan realmente más propuestas que críticas colectivas y que el debate esté a la altura de lo que como mexicanos deseamos, caso contrario, será solo un simple lavadero de chismes y diretes.
